El ciclista Mathieu Van der Poel, siete veces campeón del mundo de ciclocross y una de ciclismo en ruta, ha sorprendido en la jornada de este jueves corriendo un 10K a un ritmo de vértigo. El neerlandés hizo un tiempo espectacular de 33:52 en el entrenamiento realizado esta mañana en el paseo marítimo de Jávea, localidad alicantina en la que está pasando unos días de vacaciones. Una marca al alcance de muy pocos deportistas y que responde a un ritmo de 3:22 por kilómetro. Casi nada.
No es la primera vez que un ciclista profesional sorprende con sus tiempos en carreras a pie (o en este caso, en un entrenamiento en llano). Hace solo unas semanas el también neerlandés Tom Doumolin -ya retirado del circuito profesional- completaba el Maratón de Ámsterdam con un registro espectacular de 2:29:21.
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Otros ciclistas emblemáticos también probaron la disciplina del maratón en ruta, como el francés Laurent Jalabert, quien corrió el Maratón de Nueva York en 2 horas y 55 minutos. Por su parte el británico David Millar completó el Maratón de Londres por debajo de las 3 horas y 30 minutos. Algo más discreto es el tiempo que registró Jan Ullrich en su debut en una media maratón, acabando en 1 hora y 35 minutos.
De momento Van der Poel ya nos ha dejado una pista de lo que puede llegar a hacer con las zapatillas de correr. Según la fórmula de Riegel, ecuación utilizada para calcular los hipotéticos cronos en maratón según los tiempos de un atleta en distancias más cortas, el ciclista neerlandés podría acercarse a las 2 horas y 40 minutos en la mítica distancia de Filípides. Tal vez lo podamos comprobar en el futuro.