No es un buen comienzo de temporada para un irregular Real Madrid, pero había encontrado como local soluciones a muchos de sus males. O así era hasta la visita de Panathinaikos, que propinó con todo merecimiento a los de Scariolo su primera derrota ante su … afición de toda la temporada. Una pobre versión del conjunto blanco, sin ritmo y superado durante casi todo el encuentro, se topó con la primera noche anotadora de Shorts, la enésima lección de baloncesto de Sloukas y la fortaleza del recién llegado Faried. Los 16 puntos de Andrés Feliz y los 20 de Tavares, lo poco salvable en una actuación para el olvido del Madrid.

  • Real Madrid (16-22-21-18):
    Campazzo (4), Feliz (16), Deck (4), Lyles (7) y Tavares (20). Maledon (6), Llull, Okeke (3), Abalde (8), Hezonja (5), Garuba y Len (4).
  • Panathinaikos (22-30-21-14):
    Shorts (19), Nunn (8), Rogkavopoulos (7), Hernángomez (5) y Faried (16). Sloukas (15), Osman (13), Samodurov, Grant y Mitoglou (4).

Por primera vez en la presente temporada, se encontró el cuadro merengue en el Movistar Arena con un equipo que tomó la iniciativa del encuentro desde el principio. Feliz, autor de 7 de los primeros 9 nueve puntos blancos, se presentaba como la única respuesta al arsenal ofensivo de Panathinaikos, liderado por Shorts, cuya ventaja ascendió rápidamente hasta la decena (9-19). Los hombres del banquillo local mejoraron las prestaciones de los de Scariolo y situaron el 16-22 en el marcador al término del primer cuarto.

Seis puntos casi consecutivos de Maledon, incluido un violento mate, invitaban al optimismo blanco, pero entonces apareció el sempiterno Sloukas para comandar a un conjunto griego desatado ante un Madrid sin el ritmo necesario. 6 puntos y otras tantas asistencias en el segundo cuarto, entre ellas una para un recién llegado Faried que ‘posterizó’ a Tavares en la jugada de la noche, para volver a empujar la ventaja de Panathinaikos por encima de los diez puntos, concretamente 14 al descanso (38-52).

El paso por vestuarios apenas cambio el guion y la comodidad con la que los helenos se sentían sobre la pista madrileña, también la de un salvaje Faried, del que cualquiera diría que hasta hace unos días militaba en la liga de Taiwán. El partido amagaba con romperse mientras la ventaja griega bordeaba los 20 puntos, pero la rebeldía de Feliz, autor de 9 puntos en el tercer parcial, y la mejoría defensiva del Madrid lo impidieron. Sin embargo, un nuevo paso adelante de Sloukas devolvió la tranquilidad al Panathinaikos antes de los últimos diez minutos (59-73).

Buscaba el Madrid un arreón con el que meterse en la pelea por la victoria, pero su buen hacer defensivo coincidió con el apagón ofensivo con el que se encontraron los blancos durante casi todo el encuentro. Ni rastro de Campazzo, Lyles o Hezonja. Hizo uso el equipo de Scariolo del enfado por algunas decisiones arbitrales para lucir garra y acercarse en el marcador, pero el triple de un incansable Juancho Hernangómez puso la puntilla a la primera derrota en casa del Madrid.