Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra este viernes 14 de noviembre, desde el Salud se han organizado distintas actividades de divulgación sobre esta enfermedad y los cuidados que requiere. En el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, por ejemplo, se han realizado este viernes actividades con los usuarios que se acercaban al centro para no solo informar, sino también «romper estigmas y normalizar la vida con diabetes», en palabras de Ester Sánchez, enferma educadora en diabetes y una de las organizadoras de la actividad.

La diabetes es una enfermedad cuya incidencia va en aumento y que puede tener graves consecuencias para la salud de las personas si no se controla provocando complicaciones, como enfermedad cardiovascular, ictus, ceguera, problemas renales y amputación del pie o pierna, que son causa de una mortalidad elevada y prematura y de una significativa afectación de la calidad de vida.

MÁS DE 100.000 DIAGNÓSTICOS EN ARAGÓN

En Aragón, 103.034 personas están diagnosticadas de diabetes en el sistema público de Salud, con una prevalencia del 7,53%. Solo en fármacos para la diabetes, el Gobierno de Aragón invirtió en 2024 un total de 68 millones de euros que representan el 17,84% del total del gasto por receta en un año. Los tratamientos con insulina suponen el 14% del consumo (en envases) con un coste de 9,7 millones de euros anuales de el total de 68 millones.

Los profesionales sanitarios consideran que la información es la primera herramienta para salvar vidas y evitar complicaciones y por ello organizan distintos actos de divulgación para que la sociedad entienda la gravedad de la diabetes, sepa cómo prevenirla y cómo tratarla correctamente.

En la iniciativa organizada en el Hospital Clínico se han preparado materiales divulgativos y actividades interactivas, como una ruleta con preguntas sobre estilos de vida saludables y conocimientos básicos sobre la diabetes. “La gente está participando, se acerca y se lleva información útil”, explica Ester Sánchez.

Además, se han colocado postes informativos que fomentan la detección precoz de los síntomas, explican qué es la diabetes tipo 2 y ofrecen pautas para llevar una vida completamente normal gracias a la educación terapéutica y las herramientas disponibles.

UN GRAN IMPACTO EMOCIONAL

Desde el hospital recuerdan que un diagnóstico de diabetes, especialmente en el caso del tipo 1 que suele aparecer en edades tempranas, puede suponer un gran impacto emocional. “Es un cambio de vida importante, pero con una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y el tratamiento adecuado —ya sea con antidiabéticos orales, insulina o ambos— se puede llevar una vida plena”, subraya la enfermera.

También se destaca en este campo el papel de las nuevas tecnologías en el control de la enfermedad. Sensores de glucosa, bombas de insulina y otros dispositivos permiten hoy un seguimiento más preciso y ayudan a prevenir complicaciones como la retinopatía o la nefropatía. Las educadoras en diabetes, a través de programas formativos personalizados, enseñan a los pacientes a utilizar estas herramientas de forma eficaz.

Durante la jornada ha estado presente también la educadora en diabetes pediátrica, Asunción Machín, y las endocrinólogas Esperanza Aguillo y Carmen Cabrejas, con el objetivo de visibilizar la realidad de la diabetes en todas las edades. «Queremos que pincharse insulina en público no sea un problema, Que un niño, un joven, un trabajador que lo tenga que hacer, no tenga apuro para ello. La normalización empieza por la información”, concluyen.

FOMENTO DE LA DETECCIÓN PRECOZ

Además, se han colocado postes informativos que fomentan la detección precoz de los síntomas, explican qué es la diabetes tipo 2 y ofrecen pautas para llevar una vida completamente normal gracias a la educación terapéutica y las herramientas disponibles.

Desde el hospital recuerdan que un diagnóstico de diabetes, especialmente en el caso del tipo 1 que suele aparecer en edades tempranas, puede suponer un gran impacto emocional. “Es un cambio de vida importante, pero con una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y el tratamiento adecuado —ya sea con antidiabéticos orales, insulina o ambos— se puede llevar una vida plena”, subraya la enfermera.

También se destaca en este campo el papel de las nuevas tecnologías en el control de la enfermedad. Sensores de glucosa, bombas de insulina y otros dispositivos permiten hoy un seguimiento más preciso y ayudan a prevenir complicaciones como la retinopatía o la nefropatía. Las educadoras en diabetes, a través de programas formativos personalizados, enseñan a los pacientes a utilizar estas herramientas de forma eficaz.