Una casa con jardín proyectada por Kallos Turin en Londres: “Nuestros proyectos se centran en la idea de que los edificios son un todo”
Al final de una hilera de casas de ladrillo amarillo, en una de las área protegidas del barrio de Kensington y Chelsea (Londres), aguarda apacible este adosado de estilo victoriano de la década de 1850. “Es todo un hallazgo”, nos dice Stephania Kallos, cofundadora del estudio Kallos Turin (con sede en la capital inglesa y San Francisco) y artífice de su completa renovación. Un hallazgo porque su jardín, orientado al oeste, es una rareza que cotiza al alza.

En la cocina se nos van los ojos a la campana extractora de latón patinado, diseñada a medida por Kallos Turin
y fabricada por Wooden Horse. Frente a ella, dos luminarias de Peter Zumthor para Viabizzuno y taburetes Daiku, de Victoria Maginant.
© Ricardo LabougleAires italianos que se perciben también en el interior
Lo cierto es que en el Londres de mediados y finales del siglo XIX, las viviendas de fachada asimétrica y detalles ornamentales, como torres o miradores, escondían en su interior varios pisos de decoración oscura y abundante, divididos según su uso social: abajo las zonas comunes, arriba las habitaciones y la cocina, generalmente, en el sótano. “Esta casa con jardín ya había sido renovada en los años 50 [del pasado s. XX] y despojada de sus elementos originales cuando llegamos nosotras, por lo que se presentaba como un lienzo en blanco para nuestro diseño”, indica Kallos. Los flamantes nuevos propietarios, de origen argentino e italiano, le pidieron a la interiorista tan solo dos cosas: la primera, excavar un piso inferior que se abriera al jardín; la segunda, que se inspirase en sus países de nacimiento para escoger la paleta cromática. Deseo concedido.
Kallos comenzó analizando el amarillo de la fachada en relación a los azulejos tradicionales que se fabrican en Amalfi. Así fue como dio con el hilo conductor: un tono rosa terroso que además de estar presente en el interior de la vivienda también se funde entre el mobiliario y los acabados del patio. “Nuestros proyectos, sean reformas o construcciones nuevas, se centran en la idea de que los edificios son un todo. No vemos la arquitectura exterior separada de la del interior, y siempre buscamos maneras de conectarlas. En este caso, el ladrillo amarillo y el entorno urbano fueron una referencia importante, y quisimos que se vincularan con la decoración para que el proyecto se percibiera como un conjunto”, explica Kallos.

Ubicada en el barrio de Kensington y Chelsea, en Londres, uno de los mayores atractivos de esta casa de ladrillo amarillo es su jardín, diseñado por el paisajista Alexander Hoyle y Kallos Turin.
© Ricardo Labougle