Que la basura espacial es peligrosa es algo que los científicos llevan alertando desde hace años. Los fragmentos que quedan libres por el espacio pueden ser casi como balas perforando satélites o incluso naves, tal y como recientemente han podido comprobar los astronautas chinos … de la estación espacial Tiangong. El comandante Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie, de la misión Shenzhou-20, debían volver a casa la semana pasada tras pasar seis meses en el laboratorio orbital chino, pero cuando revisaron la nave atracada en las instalaciones con la que tenían que regresar, observaron unas grietas en una de las ventanas de la sonda.
«La nave espacial Shenzhou-20 no cumple con los requisitos para el regreso seguro de los astronautas y permanecerá en órbita para continuar con los experimentos pertinentes», informó la agencia estatal de noticias Xinhua, citando información de la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA). «Se han encontrado pequeñas grietas en la ventana de observación de la cápsula de retorno, que muy probablemente fueron causadas por el impacto externo de desechos espaciales, según la CMSA», agregó Xinhua.
Su partida, que debía producirse el 5 de noviembre, se ha demorado hasta este jueves, 14. No obstante, el viaje de vuelta, que se ha producido en una nave diferente -en esta ocasión no han tenido que esperar meses, como sí ocurrió con los astronautas de la NASA Suni Williams y Butch Wilmore, que fueron a la Estación Espacial Internacional para una semana pero acabaron varados casi un año-, se ha producido sin incidencias. Los tres taikonautas aterrizaron de forma segura en Dongfeng, en la región autónoma de Mongolia Interior de China poco antes de las 3:45 am EST (09:45 hora española) de este jueves. Toda la tripulación está en buen estado de salud.
Los astronautas de la misión Shenzhou 20 partieron hacia la estación espacial china el 24 de abril. Se trata del tercer vuelo espacial para Dong y el primero para Zhongrui y Jie. Durante los 204 días que han pasado en las instalaciones orbitales han llevado a cabo diversos experimentos científicos y actividades de divulgación durante su estancia en la estación. También realizaron cuatro caminatas espaciales, instalando -precisamente- escudos contra la basura espacial y otros equipos en el exterior de Tiangong.

Momento en el que la tripulación de la misión Shenzhou-20 es sacada de la cápsula espacial de la misión Shenzhou-21
AFP
Un problema resuelto, otro creado
Su ‘salvación’ ha sido la misión Shenzhou 21, con otros tres astronautas a bordo, y quienes debían darles el relevo e iniciar su propia estancia de seis meses. La tripulación despegó hacia Tiangong el 31 de octubre. Sin embargo, la nave de los recién llegados, en la que debía regresar, ha tenido una estancia breve en el espacio: este vehículo ha sido el utilizado los tripulantes de la misión Shenzhou-20 para regresar a la Tierra.
Cuando llegue el momento, los astronautas de Shenzhou-21 regresarán a casa en el vehículo Shenzhou 22, que se lanzará (presumiblemente sin tripulación) «en un momento apropiado en el futuro», según otro comunicado difundido por de Xinhua. Es decir, en caso de tener que evacuar la estación espacial, los tres taikonautas no tendrían forma de regresar a la Tierra mientras no llegue la nueva nave de rescate, por lo que la solución de un problema ha creado otro nuevo.
Shenzhou 20 es la novena misión tripulada a Tiangong, una estación espacial de tres módulos que se ensambló por completo en octubre de 2022. Tiangong tiene aproximadamente el 20 por ciento del tamaño de la Estación Espacial Internacional, pero podría aumentar de tamaño al agregar más módulos, algo que no descartan desde la agencia espacial china, si bien aún no se han proporcionado fechas concretas.