Mads Pedersen no se muerde la lengua. Con la temporada de carretera ya cerrada y los criteriums de exhibición multiplicándose por medio mundo, el corredor del Lidl-Trek ha vuelto a desmarcarse de un formato que, asegura, no le despierta ningún interés. En su podcast Lang Distance, que comparte con su excompañero Jakob Egholm, el danés confesó que ha rechazado en varias ocasiones acudir a estos eventos porque, a su juicio, “no hay competición real” y todo se reduce a un espectáculo prefabricado.
Pedersen va más allá y sostiene que estas carreras son “horribles de ver”, ya que los ciclistas ni siquiera intentan simular que compiten: “Al final se trata de ponerse un casco tuneado, hacer un par de gestos para la grada y poco más. Para eso están”. Sus palabras llegan justo después del triunfo de Jonas Vingegaard en el Critérium de Saitama, en Japón, donde el doble ganador del Tour incluso sufrió una caída leve antes de firmar la victoria en una jornada festiva.
Mientras Vingegaard disfrutó de la experiencia —“un buen día, una bonita forma de cerrar la temporada”, valoró antes de iniciar sus vacaciones en Japón—, Pedersen sigue sin verse en ese escaparate. Ni los organizadores ni el componente comercial han logrado convencerle hasta ahora: “Me lo han propuesto varias veces, pero no es algo que me apetezca. Nunca diré nunca, pero es lo último en mi lista”.