La renuncia de Jannik Sinner y Lorenzo Musetti (le sustituye Lorenzo Sonego), número uno y dos de Italia en el ranking mundial, a competir con su país en la Final a 8 de la Copa Davis (18 al 23 de noviembre en Bolonia), ha generado debate en las ATP Finals, que se celebran estos días en Turín. Carlos Alcaraz, que sí estará en la cita con España, y el propio Sinner han expresado su deseo de que haya un cambio en el torneo que estimule y favorezca la participación de los mejores tenistas del mundo.
“Creo que la Copa Davis es uno de esos torneos que no estás acostumbrado a sentir y jugar, porque estás jugando para tu país, con tus compañeros de equipo. Es totalmente diferente. Es una de las cosas más privilegiadas que puedes hacer en nuestro deporte, representar a tu país. Estoy de acuerdo en que tienen que hacer algo en este evento, porque creo que jugar todos los años no es tan bueno como podría ser si juegas cada dos o tres”, dice el español. “Pienso que si el torneo se jugara cada dos años o cada tres años, el compromiso de los jugadores sería aún mayor, porque es algo único, diferente. No puedes jugarlo todos los años. Este año lo haré. Tengo muchas ganas de ganar la Copa Davis algún día, porque para mí es un torneo realmente importante. Jannik lo ha ganado dos veces. Creo que Lorenzo una o dos veces también. Es normal lo que han hecho ellos”, les disculpa Alcaraz. “Porque la temporada ha sido muy larga y quieren tener una semana más para recuperarse, para las vacaciones, para hacer pretemporada, lo cual es comprensible. Es normal. Así que diría que tienen que hacer algo al respecto para que la Copa Davis sea única”, concluye el murciano.
Sinner es, más o menos, de la misma opinión, aunque con distintos matices. “La Copa Davis es un tema muy interesante. Cada jugador tiene su propia opinión. Creo que, con este calendario, es difícil que tengas cada año a los mejores jugadores del mundo de todos los países. Lo que me gustaría, lo que podría ver potencialmente en el futuro, es tener la Copa Davis a lo largo de dos años o establecer las semifinales a principios de año y la final a finales en algún lugar”, argumenta el italiano, a quien le gustaría una vuelta al formato antiguo, de eliminatorias en casa y fuera. “También es agradable elegir o con un sorteo dónde jugar, en qué estadio, y vender entradas. Así, si juegas en Bolonia, no digo que en el enfrentamiento entre Australia y Estados Unidos no haya espectadores. Pero, ¿por qué no convertirlo en una verdadera competición de Copa Davis?”, explica.
Identificación
Jannik insiste en que la identificación del público y de los propios tenistas con la competición sería determinante. “Desafortunadamente, nunca jugué la Copa Davis, la verdadera Copa Davis, en Argentina o en Brasil, donde tocara, con todo el estadio no en tu contra, sino a favor del otro equipo. Los italianos tenemos suerte porque podemos jugar aquí. Pero un Australia–Estados Unidos el próximo año, tal vez en Bolonia, no habrá esta sensación de Copa Davis. Luego, hay muchas dinámicas detrás que yo personalmente no conozco. Pero me gustaría que fuera en dos años, para que se pudieran organizar grandes partidos con grandes sedes y lo hiciera aún más grande”.
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