Madrid, 15 nov (EFE).- El estadio Santiago Bernabéu vivirá este domingo la magia de la NFL con la disputa del duelo entre los Miami Dolphins y los Washington Commanders, primero oficial en España de la mejor competición de fútbol americano del mundo, quien decidió apostar por el país en sus planes de expansión internacional.
El enfrentamiento será la guinda del pastel de un largo proceso que arrancó el pasado 9 de febrero del año 2024, cuando se confirmó que el recinto donde disputa sus partidos de fútbol como local el Real Madrid cambiaría de cara para traer a la ciudad el espectáculo del fútbol americano y todo lo que este conlleva.
Desde entonces se ha estado trabajando en un partido cuya relevancia se ha hecho especialmente patente a lo largo de los últimos días, en los que la capital se ha visto salpicada de numerosos eventos y activaciones tanto de los dos contendientes como de la propia liga para ir calentando motores.
Así los Dolphins, equipo para el que España es mercado preferencial al igual que sucede con los Chicago Bears y los Kansas City Chiefs, se han hecho notar con una gran ‘fan zone’ en la céntrica Plaza de España, con un autobús que recorre las calles con sus colores o con varios clínics de ‘flag football’ para atraer a los más jóvenes, entre otras iniciativas.
Y la liga se ha hecho presente con unos cascos gigantes frente al Palacio de Cibeles, sede del ayuntamiento; con unas ‘meninas’ instaladas en distintas partes de la ciudad; con dos partidos de la NFL Academy en el estadio de Vallehermoso; o instalando una tienda oficial por tiempo limitado en el Santiago Bernabéu, donde estaba la del Real Madrid.
Este es solo uno ejemplo de las distintas modificaciones a las que se ha visto sometido el recinto del conjunto blanco para albergar un evento que aspira a tener un impacto global de 70 millones de euros y que ha atraído a numerosos turistas, tanto internacionales como nacionales, que aspiran a vivir una experiencia inolvidable.
Muchos de ellos estarán presentes en las gradas, donde se esperan más de 84.000 espectadores que no solo vibrarán con lo que hagan los jugadores sino también con lo que suceda en el ‘Halftime show’, elemento esencial para que el choque se acerque a lo que quieren que sea una ‘Mini Super Bowl’, y que contará con la actuación del productor argentino Bizarrap y del cantante puertorriqueño Daddy Yankee.
En paralelo a esta avalancha, sin verse sepultados por ella, pero tampoco ajenos a todo lo que se mueve, han estado los dos equipos. Unos, los Dolphins, entrenando en el Metropolitano. Otros, los Commanders, en la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Sus sesiones de trabajo y ruedas de prensa han sido todo un fenómeno social que ha permitido recordar que en mitad del jolgorio hay en juego una victoria y una derrota.
En cualquier caso para ninguno de ellos será, a priori, un cara a cara a vida o muerte pues ambos cuentan con un balance de tres victorias y siete derrotas en lo que va de curso y tienen complicado el acceso a los playoffs. Aún así pelearán con orgullo por entrar en la historia como los ganadores de un duelo para el recuerdo.
En lo deportivo, los Dolphins llegan con la principal baja de Tyreek Hill, su receptor de referencia, ausente desde hace semanas hasta final de temporada. Tampoco contarán los Washington Commanders por lesión con el que es su equivalente en la figura de Terry McLaurin; ni con el talentoso quarterback Jayden Daniels; ni con el esquinero Marshon Lattimore; entre otros.
Sus ausencias deslucirán un poco un juego que, por otro lado, tiene aspecto de punto de inflexión independientemente del resultado y de lo que se vea en el emparrillado. Una laboratorio de pruebas para saber si España en general, y Madrid en particular, están preparadas para que lo que hoy es algo exótico acabe convirtiéndose en costumbre.
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