La era de los salpicaderos dominados por pantallas táctiles en los vehículos europeos está a punto de llegar a su fin. Desde el 1 de enero de 2026, el protocolo de la Euro NCAP —organismo de evaluación de seguridad— exige que funciones clave del coche cuenten también con controles físicos tradicionales. ¿La razón? Evitar distracciones, mejorar la seguridad y recuperar el mando manual.

¿Qué cambia? Botones, palancas y mandos físicos vuelven

Hasta ahora, muchos fabricantes apostaban por sistemas minimalistas donde gran parte del volante y salpicadero se reducían a una pantalla central que agrupaba el climatizador, los limpiaparabrisas, los intermitentes, etc. Pero Euro NCAP ha decidido plantar cara a esta tendencia.

En concreto, los controles esenciales como el claxon, los intermitentes, las luces de emergencia, los limpiaparabrisas o el sistema de llamada de emergencia (eCall) deberán disponer de una versión física accesible desde el puesto de conducción. Si esos mandos solo están disponibles mediante pantalla táctil, el coche verá reducida su puntuación en las pruebas.

Es importante aclarar que no se trata de eliminar por completo las pantallas: continúan siendo permitidas para funciones secundarias o de infoentretenimiento. Pero ya no pueden ser la única vía para manejar tareas críticas.

Más seguridad para los conductores

La iniciativa no es caprichosa. Según Euro NCAP, el uso excesivo de pantallas táctiles provoca que el conductor desvíe la vista de la carretera, pierda control o se distraiga. Muchos conductores ya habían reclamado la presencia de botones físicos —más intuitivos, más rápidos de accionar sin apartar la vista— especialmente en situaciones críticas. La pantalla lo-fi-cool de hace unos años empieza a mostrar su lado negativo en términos de seguridad. Además, Euro NCAP sube la apuesta: los sistemas de monitorización del conductor (detección de sueño, distracción, incluso consumo de alcohol o drogas) pasan a tener mayor peso en la puntuación.

¿Cuándo entra en vigor?

La fecha clave es el 1 de enero de 2026. A partir de ese día, cualquier vehículo que aspire a obtener la máxima puntuación (las famosas cinco estrellas) en las pruebas de Euro NCAP deberá cumplir con este nuevo requisito físico-manual.

En la práctica, modelos muy dependientes de la pantalla central (como algunos de Tesla) podrían verse más afectados, al tener gran parte de sus funciones básicas digitalizadas sin mandos físicos.

Eso sí: hay que recordar que Euro NCAP es una entidad voluntaria (no es obligatoria para homologar un coche). Las marcas pueden comercializar vehículos sin pasar estas pruebas —pero en Europa la mayoría busca la calificación cinco estrellas como argumento de venta.

La nueva normativa de Euro NCAP para 2026 marca un claro giro del diseño automovilístico: de la dominación de las pantallas táctiles al retorno de los mandos físicos para lo esencial. Busca garantizar que el conductor no pierda el control por culpa de menús digitales, y que los sistemas básicos se accionen de forma rápida, fácil y segura.