A medida que avanza noviembre, nuevas observaciones astronómicas vuelven a poner el foco en 3I/ATLAS, el cometa de origen interestelar que está atravesando el Sistema Solar interior. Las últimas imágenes obtenidas muestran una evolución notable en su actividad, detectándose una expansión clara de su cola iónica, un rasgo que los especialistas asocian con el incremento de la radiación solar que recibe durante su aproximación.

La información procede de una captura reciente realizada por The Virtual Telescope Project, que logró registrar el estado actual del cometa mediante telescopios robóticos situados en Manciano, Italia. La fotografía se obtuvo a las 11:31 p. m. del 10 de noviembre (hora del este de Estados Unidos), fruto de un total de 18 exposiciones de 120 segundos cada una. A pesar de que las condiciones ambientales no eran óptimas, el resultado ofrece una visión especialmente nítida y estructurada de la cola iónica de 3I/ATLAS, más definida que en imágenes anteriores.

Gianluca Masi, astrónomo y responsable del proyecto, destacó que la cola iónica del cometa “se ve cada vez más desarrollada”, un indicio directo de que la liberación de gas y polvo aumenta conforme el objeto se adentra en regiones más cálidas del Sistema Solar. El fenómeno responde a un proceso físico bien conocido: la radiación ultravioleta del Sol ioniza los gases que el cometa emite, generando iones que son arrastrados por el viento solar y formando una estela que siempre apunta en dirección contraria a la estrella. Este tipo de cola suele presentar tonalidades azuladas y su comportamiento es distinto al de la cola de polvo, que tiende a seguir la trayectoria orbital del cometa, adoptando una curvatura suave.

En esta última imagen, además, se aprecia un núcleo brillante rodeado por una coma compacta, junto con una cola iónica que se extiende aproximadamente 0,7 grados en el cielo. También es visible una anticola, un efecto óptico que surge cuando el polvo de la órbita del cometa se alinea con la línea de visión del observador, creando la apariencia de una cola adicional orientada hacia el lado opuesto de la principal, aunque no se trate de un rasgo físico real.

UN OBJETO DESTACADO

3I/ATLAS, también catalogado como C/2025 N1 (ATLAS), ocupa un lugar destacado entre los objetos de su categoría. Es el tercer visitante interestelar confirmado que llega a nuestro entorno tras ’Oumuamua, detectado en 2017, y 2I/Borisov, observado en 2019. A diferencia de aquellos, su brillo hace posible un seguimiento detallado desde la superficie terrestre, lo que proporciona una oportunidad científica excepcional para analizar la actividad y composición de un cometa procedente de otro sistema estelar.

Las observaciones preliminares sugieren que podría albergar importantes cantidades de dióxido de carbono congelado, un dato relevante para reconstruir las condiciones físicas del entorno en el que se formó. Los investigadores consideran que estudiar este tipo de materiales permite obtener información sobre procesos químicos y térmicos que tienen lugar en sistemas planetarios distintos al nuestro.

The Virtual Telescope Project prevé continuar monitorizando la evolución del cometa en las próximas semanas, a medida que avanza por el Sistema Solar interior. El seguimiento constante permitirá evaluar cómo progresa su actividad y cómo se transforma su estructura conforme aumenta la intensidad de la radiación solar que recibe, un aspecto clave para comprender el comportamiento de estos visitantes interestelares poco habituales.