A sus 33 años, el Ibex 35 vive una segunda juventud. El selectivo español se revaloriza cerca de un 40% desde enero y, a falta de mes y medio por delante hasta acabar 2025, ya está cerca de consagrarse como uno de los tres ejercicios más alcistas de la historia del selectivo.
Su comportamiento este año no tiene igual en lo que va de siglo y recuerda a los registrados en su época dorada, poco después de su nacimiento en 1992. En aquella década registró ejercicios como el de 1997, en el que se revalorizó un 40,75% o el de 1996, cuando logró un alza de casi un 42% o incluso el de 1993, cuando batió todos los récords al subir más de un 50% en el conjunto de los doce meses.
La principal referencia bursátil de la Bolsa de Madrid experimentó un crecimiento significativo en el computo global de la década de los 90, pasando de un cierre de alrededor de 2.600 puntos a finales de 1991 a 11.640 puntos a finales de 1999, lo que representa una revalorización acumulada cercana al 350% en ese periodo, pese a años de caídas como 1992 y 1994. Y todo ello vino de la mano de una serie de factores que marcaron su evolución, como la integración económica de España en Europa, la liberalización de mercados, la privatización de empresas clave, la reducción de los tipos de interés y la consiguiente devaluación de la peseta y un largo etcétera que finalizó con la convergencia hacia el euro.
Telefonica, BBVA, la otrora Gas Natural -ahora Naturgy– y Bankinter se posicionan como las firmas que más se beneficiaron de estos años de bonanza desde la creación del selectivo un 14 de enero, hasta el cierre de la década, antes de que el temido Efecto 2000 se quedara en agua de borrajas al llegar el nuevo siglo.
Un comportamiento que hunde sus raíces en la privatización o semiprivatización de algunas de ellas que contaron con la participación de muchos inversores particulares y en el boom económico que supuso la expansión internacional -especialmente en Latinoamérica-, la bajada de tipos de interés y la consiguiente depreciación de la divisa (hubo tres devaluaciones de la peseta, en septiembre 1992, noviembre 1992 y mayo 1993), que marcaron el fin de la recesión y el inicio de la recuperación exportadora.
Telefónica es el mejor ejemplo, con su privatización en varias fases (1987, 1995, 1997), el Estado vendió el 50% del capital. Los inversores pudieron beneficiarse del monopolio telefónico que tuvo hasta 1998 y de los elevados márgenes que por aquel entonces mantenía la empresa presidida por Cándido Velázquez-Gaztelu Ruiz y Juan Villalonga.
También se beneficiaron de esta dinámica los bancos, gracias a la caída de los tipos de interés del 14% al 4-5%, lo que favoreció que sus márgenes de interés en hipotecas y créditos siguieran siendo altos. Santander y BBVA (BBV, aún por aquel entonces) se convirtieron en los grandes protagonistas de la expansión en Latinoamérica.
Otro de los grandes sectores que consiguió mover al Ibex 35 en la década de los 90 fue el eléctrico, con protagonistas como Iberdrola, Endesa y Unión Fenosa como máximos exponentes. El crecimiento de la demanda eléctrica en aquellos años, unido a las fusiones y adquisiciones en las empresas de este ámbito y a una regulación favorable, ayudó a su expansión y a que las acciones de empresas como Endesa subieran casi un 330% desde el nacimiento del Ibex hasta el final de la década.
Todo ello favoreció que el selectivo viviera un boom que no se ha podido repetir hasta más de 30 años después. También, en parte, por la fuerte ponderación en el selectivo español de siete u ocho valores (Telefónica, Endesa, Repsol, Santander, BBV, Argentaria, Iberdrola y Tabacalera) que representaban el 70-80% de la capitalización del índice.
Vacas flacas
Pese a la bonanza económica en la década y el buen comportamiento del Ibex 35 en esos años, la década de los 90 no estuvo exenta de volatilidad y también se registraron periodos de crisis como la del Sistema Monetario Europeo (SME) entre 1992-1993.
Eso sí, vinieron seguidos de una racha de cinco años consecutivos de ganancias superiores al 17,5% que solo ha tenido réplica -en cuanto a la prolongación en el tiempo se refiere- pasados los primeros años de crisis de comienzos de siglo.
Y es que, entre 2003 y el inicio de la crisis financiera de 2008 se vivió un segundo gran «boom de los grandes valores» en España, muy parecido con Inditex, Iberdrola y los bancos como protagonistas.
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