Nació en el número 11 de la emblemática calle del Agua, en pleno centro de Villaviciosa, y, aunque abandonó su localidad natal a la temprana edad de diez años, tras la muerte de su padre durante la Guerra Civil, «siempre tuvo sus orígenes muy presentes». Así lo afirma Antonio Roble, amigo de infancia y principal promotor de que el pintor maliayés Luis Fernando Aguirre cuente desde este domingo con una placa conmemorativa en la fachada de la casa donde nació.

La iniciativa partió del propio Roble, también pintor local, «a raíz de una exposición retrospectiva que se realizó en la Casa de los Hevia después de que falleciera». La propuesta «fue aprobada en un pleno celebrado hace aproximadamente año y medio por unanimidad y hoy, por fin, lo hacemos realidad».

Al acto acudieron el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, y los hijos del artista José Ramón, Oky y Nadia Aguirre, fruto de su matrimonio con Cecilia Alonso (fallecida en 2012), que se trasladaron desde Madrid para estar presentes en una ocasión tan especial. «Hoy cerramos un círculo», comentaron. Y es que el sueño de su padre siempre fue «regresar a sus orígenes».

Una vinculación especial

Luis Fernando Aguirre fue un pintor y periodista visual con una mirada crítica y poética que atravesó toda la segunda mitad del siglo XX en España. De vocación autodidacta, abandonó la carrera de Derecho para dedicarse a la pintura y, en 1964, realizó su primera exposición individual en la Galería Quixote de Madrid. Falleció en noviembre de 2021, y «los últimos años de su vida, cuando ya empezó a enfermar, siempre nos contaba cosas de su infancia en Villaviciosa y hasta había veces en las que nos hablaba en asturiano». Nunca fue capaz de olvidarla. «La llevaba en su corazón».

Tanto es así que José Ramón Aguirre recuerda que «cuando yo viajaba a Asturias, siempre me decía que fuera a la villa, que sacara fotos y que le contara». Así que él, obediente, cumplía e, incluso, «le hacía videollamadas para que él pudiera verlo en directo». «Lloraba porque se emocionaba recordando», añade su hija.

«Una gran satisfacción»

Reconocen que «no fue un pintor de los más famosos, pero sí que fue destacado y creemos que nunca se le dio el lugar que él realmente merecía«. Para sus hijos, la instalación de esta placa conmemorativa que, además, lleva grabada su firma de artista, «es una gran satisfacción«. Destacan, además, la casualidad de que en la planta baja de la casa donde Aguirre nació, que «antiguamente era una lechería», haya una tienda de marcos y molduras. «Al final todo está relacionado con el arte».

El recuerdo que este domingo se descubría en Villaviciosa, no es la única huella que el pintor tiene en la localidad. «Tenemos la suerte de contar con tres de sus obras en la Casa de los Hevia, el Ateneo y la Fundación Cardín gracias a la generosidad de su familia», comentó Alejandro Vega. «Seguro que desde donde esté, tendrá un profundo agradecimiento y felicidad por hacer posible este recuerdo en su honor», concluyó.