Ruby Rose ha desatado una polémica tras criticar duramente a Sydney Sweeney por su papel en la película biográfica Christy, centrada en la boxeadora Christy Martin. Rose, reconocida por su trabajo en «Orange Is the New Black», aseguró que la versión original del guion era «increíble» y «cambió su vida», y reveló que en un momento estuvo vinculada al proyecto para interpretar a un personaje llamado Cherry. Según Rose, muchos miembros del equipo inicial tenían vivencias propias muy cercanas a la comunidad LGTBI, algo que, en su opinión, se perdió con la nueva dirección del filme.
La actriz no dudó en lanzar una frase muy directa hacia Sweeney: «Eres una cretina y arruinaste la película. Punto. Christy merecía algo mejor». Además, criticó a su equipo de relaciones públicas por restar importancia al fracaso en taquilla, diciendo que no todo se trata de «hacer arte para números», sino de representar auténticamente a quienes forman parte de esa historia.
Críticas también al enfoque de representación
En su publicación, Rose también cuestionó la conexión de Sweeney con los temas LGTBI. Afirmó que algunos de los que participaron en las etapas iniciales del proyecto «éramos gays» y expresó su decepción porque la película final, bajo la interpretación de Sweeney, se alejara del compromiso original con esa identidad. Para Rose, la cinta perdió parte de su autenticidad y su capacidad para reflejar verdaderamente la vida de Christy Martin.
Además, la actriz subrayó un aspecto político: insinuó que Sweeney carece de una verdadera sensibilidad hacia la comunidad que la historia representa, y afirmó que «nadie de la gente quiere ver a alguien que los odia pavoneándose haciéndose pasar por nosotros». Este mensaje provocador ha encendido un debate sobre quién tiene derecho a contar ciertas historias.
La taquilla decepcionó y surgió el enfrentamiento
La controversia ha surgido justo después de que la película Christy tuviera un arranque muy por debajo de lo esperado: su fin de semana de estreno en Estados Unidos dejó apenas 1,3 millones de dólares, lo que ha sido visto como un fracaso, especialmente para un lanzamiento tan amplio. Rose ha utilizado este punto para reforzar su crítica, atribuyendo el pobre rendimiento a lo que considera un enfoque equivocado en la producción y la difusión del filme.
Por su parte, Sweeney ha respondido con calma y orgullo: en Instagram defendió su participación, asegurando que esta película «ha sido el proyecto más impactante de mi vida». Sweeney subrayó que no todos los proyectos se crean pensando solo en el éxito comercial, sino también en el mensaje y el cambio que pueden generar, especialmente para quienes han vivido experiencias como la de Christy Martin.
La real Christy Martin interviene en el debate
Aun en medio del conflicto, Christy Martin, la boxeadora real cuya vida motiva la cinta, ha salido en defensa de Sweeney. En redes sociales ha destacado el esfuerzo de la actriz para contar su historia con honestidad y sensibilidad, asegurando que Sydney «trabajó muchísimo para mí, por mi historia y por quienes sufren en silencio». Martin se refirió a ella como una «amiga y aliada», rechazando las acusaciones de Rose y defendiendo que su película merece un reconocimiento más profundo que el que ofrecen solo los números.
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Este choque ha generado un debate más amplio sobre la representación en Hollywood: ¿quién es más adecuado para interpretar personajes LGTBI+? ¿Importa más la autenticidad personal o la habilidad actoral? Además, pone sobre la mesa la responsabilidad de los creadores para construir historias con sensibilidad —y cómo el fracaso comercial puede avivar debates de identidad, política y justicia representativa.