Este 17 de noviembre se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón y los oncólogos españoles avisan: mientras la incidencia baja en los hombres, sube en las mujeres, también en las no fumadoras, y en menores de 50 años.
«Somos el país europeo en que más ha aumentado este tumor en mujeres en los últimos años», advierte Bartomeu Massutí, jefe de Oncología del Hospital General de Alicante y secretario del Grupo Español de Cáncer de Pulmón.
«Esto se debe a que las mujeres se incorporaron más tarde al hábito tabáquico aquí que en otros países europeos, y se ve en cómo han cambiado las curvas de incidencia y mortalidad a los 20 o 30 años».
Aunque tres de cada cuatro cánceres de pulmón diagnosticados en nuestro país siguen siendo hombres, la distancia lleva años estrechándose.

Que hubiera cada vez más mujeres fumadoras ha impactado también en aquellas que no lo son por la exposición al humo de tabaco.
«Si el tabaco es el principal factor de riesgo para el cáncer de pulmón, el segundo es el tabaquismo pasivo», advierte Massutí.
Aunque no hay datos concretos del aumento en no fumadoras, en los últimos años la incidencia del tumor en mujeres ha crecido un 21%, mientras que en los hombres ha disminuido un 2%.
El Instituto Nacional de Estadística registró un total de 23.239 muertes por cáncer de pulmón en 2024, un 1,9% más que el año anterior.
De ellas, 6.679 corresponden a mujeres. En este caso, el crecimiento interanual ha sido del 7%.
El Grupo Español de Cáncer de Pulmón mantiene un registro de más de 40.000 pacientes, lo que permite trazar una panorámica de la realidad de esta enfermedad en nuestro país.
Uno de cada tres casos se diagnostica en personas de entre 60 y 70 años, mientras que el 28% se da entre los 70 y los 80 años.
Aunque solo un 5% tiene menos de 50 años, los oncólogos advierten de que esta cifra está subiendo, y es un fenómeno que no se circunscribe únicamente a España.
«Se observa en todos los países occidentales», apunta Massutí, que reconoce que es un asunto que se está investigando en la actualidad y cuyas causas no están determinadas por completo.
Pero sí se sabe que «hay una interacción entre determinados genes y cuestiones ambientales más allá del humo del tabaco, como la combustión de hidrocarburos sólidos o la exposición a radón».
El oncólogo advierte de que, con la tendencia actual, «el impacto socioeconómico del cáncer de pulmón va a ser tremendo: en los próximos 20 o 30 años fallecerán medio millón de españoles por el tumor».
Dentro de las malas noticias, hay un punto positivo: mientras que el 20% de los pacientes totales presentan alteraciones genómicas que permiten atacar el tumor con tratamientos dirigidos, la proporción es mayor en no fumadoras y jóvenes.
«Tienen más posibilidades de tratamiento», señala. Además, la supervivencia a cinco años, en general, está aumentando por la mayor disponibilidad de terapias, «que consiguen, además, una mejor calidad de vida».
Diagnósticos tardíos
Por otro lado, nuevas estrategias de tratamiento, como el uso de quimio e inmunoterapia previo a la intervención quirúrgica, está dando prometedores resultados. «Logran mayores tasas de curación».
La cuenta pendiente es el diagnóstico. Según los datos del registro español de tumores torácicos, el 56% se detecta ya en estadios avanzados y metastásicos, frente a un 34% de estadios localmente avanzados (el tumor se ha diseminado a tejidos cercanos).
Solo el 10% de los cánceres de pulmón se diagnostica en estadios iniciales, cuando la enfermedad es potencialmente curable.
En la actualidad hay un amplio debate sobre la conveniencia de implantar el cribado poblacional del cáncer de pulmón.
Mediante un TAC de baja dosis anual en personas que hayan consumido un paquete de tabaco diario durante 20 años, se podría adelantar el diagnóstico y aumentar la detección en estadios tempranos.
Massutí lamenta que las administraciones no estén prestando atención a proyectos como Cassandra, que analizan la viabilidad de implantar este cribado en España.
«Ni está reconocido por el Sistema Nacional de Salud ni financiado por las autonomías».
La otra cuenta pendiente es, claro está, el tabaquismo. Solo un 11% de los pacientes incluidos en el registro de tumores torácicos no habían fumado nunca: el 40,9% eran fumadores activos y el 46,4% exfumadores.
El consumo de tabaco lleva disminuyendo décadas, el jefe de Oncología del Hospital General de Alicante advierte que «hay un problema porque las nuevas formas de consumo [el vapeo, principalmente] no son seguras».