Creo que Wicked: Parte II lo tiene muy complicado para superar a la primera entrega, porque deja de jugar en el terreno de la novedad, cuando nos presentó una cara desconocida de ese universo que con el que ya teníamos familiaridad. Pero al mismo tiempo también me parece que le resultará difícil no estar a la altura.
Podemos estar seguras de que la calidad se mantendrá en Wicked: Parte II, a la que regresa el mismo equipo artístico y técnico de Wicked (2024) tan sólo un año después de que saliera en cines la primera entrega, porque la película no es una secuela forzada.
Más bien se realizó una división forzada del musical de Broadway en el que se basaba, dando como resultado dos entregas cinematográficas. Por eso, lo máximo que le pido a la película es que siga estando pulida para mantener el nivel de calidad en todos los ámbitos.
Más y mejor música
Lo malo es que esta segunda entrega tiene una gran baza en su contra: todo el mundo coincide en que las mejores canciones del musical de Wicked se encuentran en su primera parte, haciendo que sea la favorita del público.
Defying Gravity tiene gran parte de la culpa de que, terminando en una nota tan alta la primera cinta con este número como su canción final, lo que venga después no pueda seguirle el ritmo.
Sin embargo, el director Jon M. Chu ha apostado por incluir dos canciones inéditas en su segundo largometraje, consciente de que la propuesta podría quedarse algo floja sin ellas: No Place Like Home y The Girl in the Bubble.
Me gustaría que esta adición tuviera la fuerza suficiente como darle esa potencia que parece necesitar la película. Aunque, ante lo poco que se ha podido escuchar de ellas, me da la sensación de que el nuevo número interpretado por Cynthia Erivo se queda en una mera reinterpretación de Defying Gravity.
Más y mejor historia
Una de las grandes ventajas que tienen las dos entregas de Wicked respecto al musical es que son más largas: cada película tiene casi la duración de la obra completa de Broadway. Esto ha permitido que en la primera entrega se pudieran ampliar los temas, hacer un desarrollo de personajes más profundo, y repartir algo el protagonismo más allá de Elphaba y Glinda.
Entiendo que no se querrán hacer cambios demasiado significativos con respecto a la historia que todo el mundo conoce, pero espero que las próximas adiciones le sigan aportando valor a la película para que siga resultado atractiva más allá de su música.
Yo no soy demasiado fan del final de la obra de teatro, así que tengo curiosidad por descubrir cómo lo abordan y cómo se van encaminando hacia él en Wicked: Parte II. No nos falta mucho para salir de dudas, pues la cinta se estrena en cines el próximo viernes 21 de noviembre.