A principios de año, The Brutalist trajo de vuelta un concepto que se había perdido: los intermedios en el cine. Estos se popularizaron hace años con los largometrajes que superaban las tres horas, pero quedaron en el olvido. Hasta el estreno de la película dirigida por Brady Corbet, cuyo visionado en cine tuvo una pausa de 15 minutos entre medias de sus tres horas y 35 minutos de duración.
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El debate estaba servido. ¿Es necesario que el público descanse? Muchos criticaron la decisión, incluidos aclamados directores de cine. “La gente ve cinco horas de televisión o teatros de tres horas y media. Denle el mismo respeto al cine”, reclamó entonces Martin Scorsese. El director de Shutter Island probablemente no habría dicho lo mismo si tuviera delante la película más larga de la historia.
Hablamos de Logistics, documental sueco con tintes experimentales, dirigido por Daniel Andersson y Erika Magnusson, que se estrenó en 2012. La película consiguió el récord gracias a una duración sin precedentes en la historia del audiovisual: 51.420 minutos, el equivalente a 35 días y 17 horas. El que quiera verla, necesitaría más de un mes para poder hacerlo.
El tiempo queda justificado si tenemos en cuenta el argumento de Logistics. El documental refleja el ciclo de producción y distribución de un simple podómetro, un dispositivo para contar pasos. Pero lo hace de forma inversa: el espectador empieza viendo el aparato en el punto de venta en una tienda de Estocolmo y viaja hacia atrás en el tiempo y el espacio hasta su origen en una fábrica en Shenzhen, China.
El documental está grabado en tiempo real, es decir, muestra todo el trayecto completo sin cortes: desde los largos viajes en cargueros a través del mar hasta los procesos industriales que se llevan a cabo en la fábrica. Con esto, el documental hacía una reflexión crítica sobre el consumo y la globalización hace ya una década.
Otros largometrajes larguísimos
En el segundo puesto en el ranking de películas más largas de la historia encontramos Modern Times Forever, un documental estrenado en 2011 del grupo de artistas daneses Superflex. La película, que dura un total de 240 horas (10 días), muestra en cámara extremadamente lenta cómo se deterioraría un edificio en Helsinki durante miles de años. Fue proyectada originalmente contra el propio edificio protagonista.
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En el tercer puesto, encontramos Beijing 2003 (2004), documental del director Zhang Yuan (China) que se desarrolla en 150 horas (6 días y 6 horas) y que retrata la vida en Pekín durante varios días. La cámara se colocó en un vehículo para recorrer las calles de la capital y mostrar la vida de su gente.