Predator: Badlands ha marcado el regreso de la saga Depredador a las salas de cine después de una ausencia de siete años. Es cierto que habíamos tenido estrenos como Predator: La presa o Predator: Asesino de asesinos, pero ambas son películas lanzadas directamente en Disney+.

Dan Trachtenberg ha tenido un claro propósito desde 2022: revitalizar la franquicia y, de paso, expandir la mitología de los yautja, la implacable especie de depredadores que se aventura en el cosmos a la caza de las mayores presas posibles.

Predator: Badlands mantiene esa premisa, presentando a Dek (Dimitrius Schuster-Koloamatangi), un yautja perteneciente a un clan que le considera débil, lo que hace, entre otras cosas, que se proponga a dar caza a una criatura a la que ningún otro yautja ha conseguido derrotar: el Kalisk.

Para ello, Dek viaja a Genna, un planeta hostil donde prácticamente todo es letal. Allí encontrará improbables aliados, como Thia (Elle Fanning) una sintética de la Weyland-Yutani que, ya de por sí, establece una futura conexión entre las sagas Alien y Depredador. Pero no es de eso de lo que vamos a hablar con spoilers.

​¿Cómo se crían los yautja? Predator: Badlands ofrece pistas sobre ello

Además de Dek, el gripo de la Weyland-Yutani de Thia también anda tras la pista del Kalisk en Predator: Badlands. La presencia del yautja les lleva a saquear su nave en busca de armamento con el que derrotar a la criatura, ya que las armas terrestres han demostrado ser insuficientes.

Tessa, la «gemela» de Thia, lidera al grupo de la Weyland-Yutnani. En un punto de la película, apresan a Dek y, antes de despacharlo, tratan de interrogarle para descubrir el funcionamiento de algunos dispositivos yautja.

Dek convence a Thia de que le diga a su interrogador que el objeto que sostiene en las manos es un mapa y que debe mirar en el interior para leerlo. Al hacerlo, el mecanismo estalla y, bueno, desata un festival de líquido blanco al destrozar al sintético.

Cuando se libera, Dek le dice a una ultrajada Thia que el objeto es un «juguete para niños yautja«, lo cual resulta suficientemente perturbador. Si a eso le sumamos la entrada en escena final de la madre de Dek, puede que Predator: Badlands esté dando pistas de una trama futura que muestre cómo se crían los yautja.

Predator: Badlands continúa en cartelera, donde ya ha acumulado 136,3 millones de dólares en todo el mundo. ¿Cuál será la próxima parada de la franquicia tras este regreso a la gran pantalla?