La ex primera ministra de Bangladés Sheij Hasina, de 78 años, quien se encuentra en el exilio, ha sido condenada este lunes a la pena de muerte por crímenes contra la humanidad cometidos durante la cruenta represión de las protestas de julio y agosto de 2024, que costó la vida a unas 1.400 personas, según la ONU; la mayoría eran civiles. La presión finalmente provocó su caída, tras quince años de mandato. Hasina ha denunciado de inmediato el veredicto como «políticamente motivado«.
Tras un juicio de cinco meses, un tribunal de la capital, Daca, declara culpable a la «Begum de Hierro» de crímenes de lesa humanidad, incluyendo incitación y orden de asesinato. «Se encuentran presentes todos los elementos (…) que constituyen un crimen de lesa humanidad», ha dicho el juez Golam Mortuza Mozumder al dictar su veredicto. «Hemos decidido imponer una sola sentencia: la pena de muerte«, ha zanjado.
El Tribunal Internacional de Crímenes de Bangladés ha dictado también pena de muerte para quien fuera ministro del Interior durante aquellos hechos, Asaduzaman Jan Kamal, mientras que al ex inspector general de Policía Choudri Abdulá al Mamun, quien ha colaborado en el proceso judicial, le ha impuesto cinco años de prisión.
El tribunal ha dictaminado la confiscación de los bienes de Hasina, huida a India y que tiene otros tres casos pendientes en esta misma corte, establecida en 2009 para investigar y enjuiciar crímenes de genocidio y de lesa humanidad: dos por desaparición forzada y otro por la represión de unas protestas de 2013.
«Por un solo asesinato, la pena de muerte es la norma. Por 1400 asesinatos, la merece multiplicada por 1400», ha dicho ante los jueces. «Es una criminal despiadada y no ha mostrado ningún remordimiento por su brutalidad», ha añadido.
El fallo contra Asaduzaman, que se encuentra también prófugo de la Justicia, también contempla que se le retiren sus propiedades. La Fiscalía solicitó que en caso de que fueran declarados culpables se utilizaran estos bienes para reparar a las víctimas, según ha informado el diario bangladeshí ‘The Daily Star’.
Hasina: «Son parciales y están motivados políticamente»
Hasina, quien siempre ha negado los cargos en su contra, ha denunciado de inmediato la sentencia como «políticamente motivada», dictada por «un tribunal ilegal, designado y presidido por un gobierno no electo sin mandato democrático». Considera que condenarla a muerte responde a un proceso político dirigido por el Gobierno interino de Muhammad Yunus, al que acusa de emplear un tribunal parcial para intentar eliminarla a ella y a su partido.
En un comunicado emitido, Sheij Hasina ha rechazado las pruebas presentadas en su contra por la fiscalía, incluidas grabaciones que sugerían que había autorizado el uso de “armas letales” contra la multitud.
«Los veredictos anunciados en mi contra han sido dictados por un tribunal manipulado, establecido y presidido por un gobierno no elegido y sin mandato democrático. Son parciales y están motivados políticamente«, ha declarado en un comunicado difundido por la Liga Awami, la formación política que lidera.
Los problemas legales de Hasina no terminan
Hasina ya fue condenada a principios de julio a seis meses de cárcel por desacato tras ser imputada por crímenes contra la humanidad al ordenar la represión de las protestas, convocadas contra un polémico sistema de cuotas que reservaba más de la mitad de los puestos públicos a familiares de veteranos de guerra.
Los problemas legales de Sheikh Hasina no terminan con este juicio. También es objeto de numerosas denuncias por asesinatos, secuestros y raptos de los que ha sido acusada durante sus mandatos por sus opositores políticos y ONG.
Una comisión de investigación estimó recientemente que su gobierno ordenó la desaparición de más de 250 miembros de la oposición.
Todo esto en un país sumido en una intensa tensión política y ya centrado en las elecciones parlamentarias previstas para dentro de tres meses, la decisión del tribunal, protegida por un fuerte dispositivo policial, era muy esperada.