Duras palabras fueron las que pronunció Rappel cuando el pasado domingo le preguntaron su opinión tras la trágica muerte de su amiga Encarnita Polo en una residencia de Ávila. El conocido vidente se encontraba firmando libros en el Rastrillo de Nuevo Futuro y no se había enterado de la desgracia hasta que una reportera se lo contó en ese momento y su reacción fue durísima.

Rappel acusó a la hija de Encarnita Polo, Raquel Waitzman, de haber ingresado a su madre en una residencia y abandonarla ahí «como un perro», según dijo muy airado. Consideraba que Encarnita no tenía necesidad de pasar el resto de su vida en un centro de mayores y estaba impresionado tras oír que le habían asesinado esa misma noche.

Encarnita Polo y su hija Raquel

Han pasado 24 horas de esas declaraciones y hoy quiere pedir perdón. «Pido perdón a Raquel por si le han herido mis palabras. Reconozco que son fruto de un calentón y que no tenía que haber dicho lo que dije. Me enteré en ese instante que habían matado Encarnita y me impresionó muchísimo. Me enfadé y solté esas palabras tan desafortunadas, de las que me quiero excusar», aclara el propio Rappel, con quien recordamos a la pobre Encarnita, a quien vio por última vez cuando acudió al estreno de una obra de teatro suya en el Rialto hace ya cinco años.

«Era una mujer simpatiquísima y con la que me he llevado muy bien. Las últimas veces que hablamos me comentó que estaba muy feliz viviendo con sus gatitos. Quiero pensar que la decisión de ingresar en una residencia fue consensuada con su hija y lo que nadie se podría imaginar era que fueran a matarla«. Aunque admite que hay excepciones por una enfermedad grave o cronificada que justifiquen el ingreso en una residencia, Rappel no es amigo de que las familias dejen a sus mayores en estos centros.

«Considero que si has cuidado bien a tus hijos y les has ayudado siempre, cuando te haces mayor es el momento de que ellos se ocupen de ti. Yo no quiero que me ingresen en una residencia simplemente por el hecho de hacerme mayor. Mis palabras fueron muy duras, pero también es verdad que esa misma tarde había tenido varios casos en mi consulta de personas mayores que me contaron preocupadas cómo sus hijos querían llevarles a esos centros para manejar así sus bienes. Seguramente estaba enfurecido por esas conversaciones y todo se juntó», insiste Rappel, que reincide en su petición de perdón a la hija de Encarnita. También muestra todo el dolor que le ha producido esta muerte, que permanece bajo investigación y en la que presuntamente otro residente habría acabado con la vida de la cantante de temas tan populares como Paco, Paco, Paco.

En los próximos días, Rappel tendrá ocasión de poder abrazar y dar su pésame a la hija de Encarnita, dado que se va a celebrar un funeral en la iglesia de La Milagrosa, muy cercana al domicilio de la calle García de Paredes, donde la artista vivió parte de su vida. Domicilio que tuvo que desalojar tras un divorcio muy conflictivo con su exmarido, el compositor Adolfo Waitzman.

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