La seguridad del Museo del Louvre vuelve a estar en el centro del debate. Apenas un mes después del espectacular robo de joyas de la Corona, valoradas en 88 millones de euros, dos jóvenes creadores de contenido belgas consiguieron burlar las medidas de vigilancia de la pinacoteca y colgar un retrato suyo en la sala de los Estados, donde se exhibe la mundialmente conocida Mona Lisa.
Los protagonistas de esta nueva hazaña viral son Neal y Senne, dos tiktokers con más de 40.000 seguidores conocidos por sus bromas en museos y espacios públicos. El pasado viernes, ambos accedieron al Louvre con un plan minuciosamente preparado: introducir de forma discreta un retrato enrollado y una estructura de Lego desmontada para ensamblar más tarde un improvisado marco. Todo ello, escondido en una bolsa de compras que pasó casi inadvertida en el control de acceso.
«Con piezas grandes es imposible pasar la seguridad», explican en el vídeo publicado posteriormente en Instagram y TikTok, donde detallan el proceso de infiltración. Su estrategia consistió en tres pasos: cruzar el control, montar el lienzo dentro del museo y aprovechar un instante de descuido para colgarlo en la pared. Todo debía ocurrir en menos de medio minuto. «Solo tenemos 30 segundos para conseguirlo», anuncia uno de ellos al comienzo del vídeo.
Ya dentro de la sala de los Estados, la pareja se enfrentó a un segundo obstáculo: el habitual tumulto de visitantes y la constante vigilancia de los guardias de seguridad que custodian la obra de Leonardo da Vinci. Su objetivo inicial era colocar el cuadro junto al de la Mona Lisa, pero pronto asumieron que sería imposible. «Es imposible ponerlo en la pared junto a la Mona Lisa, hay demasiados guardias», admiten. Finalmente, optaron por colgarlo en una esquina menos vigilada de la misma sala.
La escena, grabada desde distintos ángulos, muestra cómo montan a toda prisa el marco de Lego en el interior de la bolsa y, tras varios intentos fallidos, adhieren el retrato a la pared. Tal y como ellos mismos reconocen, la proximidad del cierre del museo jugó a su favor: «Comenzaron a avisar a la gente para que saliera del Louvre y vimos que esa era nuestra última oportunidad».
No es la primera vez que Neal y Senne realizan una acción de este tipo. Meses atrás consiguieron colocar una obra propia en el Museo de Bellas Artes de Gante, aunque en aquella ocasión abandonaron el edificio inmediatamente para evitar enfrentamientos con la seguridad. Ahora, el vídeo de los influencers supera ya las 30.000 visualizaciones y ha generado un aluvión de críticas y comentarios irónicos. Muchos usuarios se preguntan cómo es posible que, tras un robo millonario, dos jóvenes hayan logrado colarse y dejar su sello tan cerca del cuadro más vigilado del planeta.