San Petersburgo, 17 de octubre de 2025. En una furgoneta policial están detenidos una joven rubia con gafas y dos chicos, uno con aspecto tímido … que lleva un gorro y otro de pelo lacio que se arrodilla para pedir la mano de la chica con un anillo hecho con papel allí mismo. Los tres acaban de ser arrestados por interpretar en la calle canciones contra el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, aunque oficialmente se les acusa de «desacreditar el ejército ruso» y «organizar una concentración ciudadana en lugares públicos». Ellos son Alexánder Orlov, guitarrista, Vladislav Leontiev, batería, y Diana Loginova, la voz del grupo y más conocida por su alias artístico, ‘Naoko’. Juntos conforman la banda Stoptime.
San Petersburgo, ciudad natal de Putin, está muy ligada a la historia a los zares. Hoy es una urbe bohemia y alternativa donde las actuaciones musicales en sus calles no gustan a los partidarios del ‘nuevo zar’ de Rusia, tal y como han bautizado al presidente periodistas como Steven Lee Myers en su biografía del líder del Kremlin. Los ciudadanos de más edad apoyan al mandatario, como sucede en el resto del país, pero los jóvenes, que sueñan con otra nación, le critican e incluso cantan contra él. Es el caso de Stoptime.
Los conciertos de esta banda se han vuelto virales en las redes por cantar en la céntrica avenida Nevski -a los pies de la famosa iglesia de Kazán- versos críticos con el régimen ruso e incluso contra el presidente. Allí, Loginova se ha topado a sus 18 años con la rigidez de las autoridades rusas. En su detención ha tenido mucho que ver la denuncia que hizo Mijáil Romanóv, diputado de la Duma, que vio el ‘show’ de Stoptime y se puso en contacto con las fuerzas de seguridad para silenciar al grupo.
Medios oficialistas tachan las actuaciones de Loginova y los suyos de «mítines políticos»
Aunque estos conciertos improvisados eran simples actuaciones amateur, la banda consiguió congregar a muchos jóvenes a su alrededor mientras coreaban canciones de artistas en el exilio o incluso prohibidas por la ley rusa. Periodistas de medios oficialistas como María Ajmedova, jefa de la agencia Regnum, sostienen que sus performances «eran como mítines políticos». Y ‘Naoko’ lleva la voz cantante. Esta joven talentosa fue castigada por las autoridades rusas por primera vez el pasado 15 de octubre. Recibió una condena a 13 días de reclusión, una pena que se le alargó la pasada semana. En total, ya lleva más de un mes en prisión. Además, Loginova ha tenido que pagar una multa de 30.000 rublos (algo más de 300 euros al cambio).
Repercusión en internet
El que parece ser el principal motivo de su persecución legal es el eco que han tenido sus actuaciones en las redes sociales. Aun así, el analista Oleg Ignatov recuerda que el caso de ‘Naoko’ «ha recibido más atención en los medios opositores de fuera que en la propia Rusia». Las publicaciones contra el régimen de Putin radicadas en el exilio contribuyeron a difundir estos mensajes «entre los emigrantes», explica. Sin embargo, el experto reconoce que, a pesar de que «las autoridades han castigado sin tapujos a los involucrados, esta historia ha tenido un impacto nulo» dentro de las fronteras del país euroasiático.
In October, videos of the street band Stoptime performing songs by exiled Russian musicians in Saint Petersburg went viral. Crowds joined in singing lyrics critical of the authorities, human rights violations and the war against Ukraine. They have since been arrested 3 times.… pic.twitter.com/DEngZroiYh
— Amnesty International (@amnesty) November 11, 2025
Después de hacerse popular, Loginova habló con algunos medios de comunicación independientes rusos y les aseguró que «el poder de la música es importante», como demuestra la persecución que ella misma sufre. Esta estudiante de música del Conservatorio Rimski-Korsakov está especializada en piano y es una virtuosa de sus teclas. En 2024 se impuso en el Concurso Internacional Polyphonics de Intérpretes de Música Sacra y Polifónica Contemporánea y este 2025 obtuvo un premio en el Festival Nacional de Primavera para Estudiantes Rusos.
Nacida a las afueras de San Petersburgo, en Rajia, ‘Naoko’ recibió apoyo de personalidades como el periodista Dmitry Kolezev, el pianista Yevgeny Alekseyev y los políticos de la oposición como Boris Nadezhdin y Lyubov Sobol, considerada agente extranjero en Rusia. Incluso Noize MC, el artista que creó la canción más popular que aparecía en las actuaciones callejeras de Stoptime, también se posicionó a favor de Loginova. En un país donde las manifestaciones contra el poder desde son prácticamente inexistentes desde 2022, estos conciertos preocupan al régimen, que trata de cortar de raíz cualquier indicio de rebeldía.