El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este lunes la resolución inspirada en el plan de paz para Gaza promovido por el presidente estadounidense, Donald Trump, por trece votos a favor y las abstenciones de Rusia y China. El respaldo de la institución multilateral representa un espaldarazo para el republicano y sus afanes de forjarse una imagen de pacificador que le valga un premio Nobel de la Paz.
La nueva resolución 2803, y el plan original estadounidense de veinte puntos —incluido en ella como un anexo—, prevén el establecimiento de una fuerza internacional de seguridad en la franja (ISF, por sus siglas en inglés) que operará al menos hasta diciembre de 2027.
Esa fuerza tendrá como misión asegurar las fronteras de Gaza con Israel y Egipto. También deberá proteger a los civiles y los corredores humanitarios dentro de la franja, así como capacitar a una futura fuerza de policía palestina. Pero el texto de la resolución no explica si la ISF llevará a cabo uno de los puntos clave del plan de paz, el desarme de la milicia radical palestina Hamás. Y en caso afirmativo, cómo, dado que el grupo islamista rechaza entregar las armas.
Varios países que habían participado en las negociaciones de paz que llevaron al frágil alto el fuego que se pactó el mes pasado entre Israel y Hamás con la mediación de Estados Unidos, Qatr, Egipto y otras naciones, habían expresado su interés en participar en la ISF. Pero para poder hacerlo, alegaban, necesitaban un mandato de Naciones Unidas que les proporcionase una base legal.
El país que sí se ha descartado de plano para participar en la fuerza internacional es el propio Estados Unidos, cuyo presidente se encuentra bajo fuertes presiones de su propia base conservadora. Esta base le reclama que se centre más en los problemas internos de su país y se implique menos en conflictos internacionales que perciben como ajenos a los intereses clave de Washington.
En un breve discurso tras la votación, el embajador estadounidense ante la ONU, Michael Waltz, ha dado la bienvenida a la resolución, que ha calificado de un “paso significativo para una Gaza estable”.
La resolución también establece los mimbres para la creación de un nuevo gobierno de transición en Gaza a través de un “consejo de paz” que supervisará la reconstrucción de la franja.
La medida se aprueba en Nueva York un día antes de que el presidente estadounidense reciba en la Casa Blanca al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.
Trump aspira a que Arabia Saudí se adhiera a los acuerdos de Abraham de normalización entre Israel y los países árabes y musulmanes, pero Riad rechaza tajantemente esa posibilidad en tanto no se establezca una hoja de ruta para el establecimiento de un Estado palestino. El plan de paz no contempla un camino para ello, e Israel deja clara su oposición encarnizada a cualquier paso de ese tipo ahora o en el futuro.
El texto declara que “finalmente pueden darse las condiciones para un camino creíble a la autodeterminación y un Estado palestino” una vez que la Autoridad Palestina haya completado un programa de reforma y la reconstrucción de Gaza se encuentre avanzada.
“Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político para una coexistencia pacífica y próspera”, declara la resolución.