El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó drásticamente el tono de la ofensiva contra el narcotráfico al afirmar este lunes que estaría dispuesto a ordenar ataques militares contra narcotraficantes directamente en suelo mexicano.
Las declaraciones se produjeron en una rueda de prensa desde la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense comparó la situación con una guerra, argumentando que los narcotraficantes “están matando a nuestra gente”.
Trump insistió en que las agencias de inteligencia estadounidenses poseen información detallada sobre los líderes criminales: “Conocemos las rutas. Sabemos la dirección de cada capo de la droga. Sabemos sus direcciones. Sabemos cómo son las puertas de sus casas. Lo sabemos todo de cada uno de ellos”. Al ser preguntado si realizaría tales ataques, el presidente respondió categóricamente: “¿Que si lo haría? Estaría orgulloso de hacerlo”.
Trump basó la necesidad de actuar en México debido a la disminución del tráfico por vía marítima, resultado de las recientes operaciones militares en el Caribe y el Pacífico.
Según Trump, los ataques recientes han logrado rebajar el tráfico a través del mar en un 85 por ciento.
El presidente no ocultó su descontento con el país vecino, subrayando: “No estoy contento con México”. Además, hizo referencia a los disturbios observados durante la marcha de la oposición en Ciudad de México el sábado anterior, indicando que hay “problemas graves allí”. Trump también aseguró que si presentara estos planes de ataque al Congreso, tanto demócratas como republicanos estarían de acuerdo, a menos que estuvieran “locos”.
Estas declaraciones sobre México se producen en medio de un amplio despliegue militar de Estados Unidos en aguas del Caribe, oficialmente destinado a combatir el narcotráfico.
Este despliegue ha resultado en 21 ataques militares contra presuntos narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico en las últimas semanas, con un saldo de 83 personas muertas, según recuentos basados en comunicados oficiales.
La ofensiva está alineada con la “directiva de Trump de desmantelar las organizaciones criminales transnacionales y contrarrestar el narcoterrorismo”.
Las fuerzas estadounidenses han atacado embarcaciones a las que señalan como traficantes de drogas.
El día anterior a las declaraciones sobre México, el Comando Sur había anunciado un nuevo ataque a una embarcación en aguas internacionales del océano Pacífico que resultó en la muerte de tres presuntos narcotraficantes.
La ofensiva se cruza con las tensiones con Venezuela, cuyo régimen ve la operación militar como un intento de derrocar al presidente Nicolás Maduro. Washington acusa a Maduro de liderar una organización “terrorista” dedicada al tráfico de drogas.
Paralelamente a la dura retórica contra México, el presidente Trump también abordó la situación de Venezuela este lunes 17 de noviembre, no descartando una futura comunicación con Nicolás Maduro.
“En algún momento, hablaré con él”, dijo Trump a la prensa.
El 16 de noviembre, Trump ya había insinuado posibles conversaciones, señalando que era “posible que tengamos algunas conversaciones con Maduro y veremos qué sucede. A ellos les gustaría hablar”.
El presidente añadió que “tenemos que ocuparnos de Venezuela” y mencionó que el país ha “enviado a cientos de miles de personas de sus prisiones a nuestro país”.
La Administración Trump mantiene una fuerte ofensiva contra el narcotráfico. El secretario de Estado Marco Rubio había anunciado que el Gobierno estadounidense declararía el 24 de noviembre como organización terrorista extranjera al Cartel de los Soles, una banda criminal que Washington vincula con las autoridades venezolanas.
El Departamento de Estado ha acusado reiteradamente a Nicolás Maduro y otros cargos de su “régimen ilegítimo” de dirigir esta organización y de haber “corrompido las Fuerzas Armadas, los servicios de inteligencia, el poder legislativo y el poder judicial de Venezuela”.
A pesar de que Estados Unidos no reconoce a Maduro como presidente legítimo y ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por su captura, la tensión continúa escalando, tanto en el mar Caribe como en la frontera sur, con la amenaza explícita de ataques en suelo mexicano.
Agencias DPA y AFP