Los operadores de telecomunicaciones pueden celebrar el éxito parcial en su particular batalla por el uso de las frecuencias de 6 GHZ con la industria del WiFi. En concreto, el Grupo de Política del Espectro Radioeléctrico (RSPG) ha desvelado su dictamen sobre el destino de la banda superior de 6 GHz, «lo supone un reconocimiento positivo de la importancia de garantizar que la industria móvil europea disponga del espectro que necesita para su crecimiento futuro», según valora la patronal sectorial, la GSMA.
La decisión del organismo europeo confirma que se asignarán 665 o 700 MHz del espectro dentro del rango de 6,425-7,250 GHz para uso móvil. Por lo tanto, según informa la GSMA, «esto puede permitir un mínimo de 200 MHz por operador, que será necesario para el lanzamiento de la 6G (la 6G funcionará en canales de 200-400 MHz)». En su primera valoración , el ecosistema celular valora lo sucedido como «un paso positivo hacia la creación de una hoja de ruta sólida para el espectro con vistas al lanzamiento de la 6G en Europa».
Según las mismas fuentes, los países que representan más del 80% de la población mundial han mostrado su apoyo a la telefonía móvil en la banda superior de 6 GHz. El objetivo final pretende que los ciudadanos europeos se beneficien de las economías de escala que conlleva la armonización de la banda en la mayor parte del resto del mundo. La GSMA cree que el dictamen es un buen primer paso en este camino y seguirá trabajando con todos los países para alcanzar este objetivo.
Según el dictamen del RSPG, ahora se designan 540 MHz (6,585-7,125 GHz) para uso móvil prioritario. Además, se esperan otros 160 MHz (6,425-6,585 GHz), que podrían caer del lado de los operadores de móviles en la totalidad, para así sumar hasta 700 MHz, según lo que decida la CMR-27 en noviembre de 2027. A lo anterior se añaden otros 125 MHz (7,125-7,250 GHz) adicionales, sin dueño a la vista.
Sin embargo, se confirmarán 160 MHz (6,425-6,585 GHz) o 125 MHz (7,125-7,250 GHz) adicionales después de la CMR-27. La GMSA indica en su web corporativa que «Europa necesita reforzar su posición en cuanto a calidad, velocidad y resiliencia de las redes móviles y seguir siendo competitiva frente a otros mercados importantes, en particular Asia Oriental, el Golfo y los Estados Unidos. Es posible que estos países vayan más allá en la CMR-27 y Europa tendrá que seguir avanzando en el apoyo a las necesidades actuales para el lanzamiento de la 6G en la década de 2030».
Entre otros argumentos, la patronal de las telecomunicaciones asegura que «el acceso a un espectro suficiente es fundamental para alcanzar los objetivos de conectividad y respaldar las ambiciones estratégicas de Europa de recuperar la competitividad y el crecimiento». Ante esa exigencia técnica, «los Estados miembros deben seguir colaborando con el RSPG en su hoja de ruta para la 6G y en los preparativos internacionales para la CMR-27, a fin de garantizar que la industria móvil europea obtenga un espectro de banda media suficiente para sus necesidades actuales y futuras».
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