Bojan Dubljevic nunca ha sido un pívot intimidador ni especialmente físico, pero dominó la Liga Endesa durante años con el Valencia gracias, entre otras cosas a su capacidad anotadora desde la línea de tres, lo que le convertía en un ‘cinco’ muy difícil de defender. Una mano que volvió a lucir en el Casademont Zaragoza en su regreso a la ACB tras un año en San Petersburgo: en las nueve primeras jornadas de Liga de la temporada pasada anotó 17 triples en 31 lanzamientos, un magnífico 54,8% de acierto. Especialmente brillante fue el 5/6 que firmó en la victoria contra el Baskonia en la jornada 8.
Sin embargo, todo cambió en diciembre, tras un fortuito y desafortunado golpe en una mano durante el duelo frente al Oporto de la FIBA Europe Cup. El montenegrino se fracturó dos metacarpianos de la mano derecha, lo que le obligó a pasar por el quirófano y a una ausencia de las pistas de dos meses. Con una enorme cicatriz en la mano, a su regreso ya no fue lo mismo. De las jornadas 18 a 34 anotó 17 triples, los mismos que en las primeras nueve, pero en 52 intentos. Su acierto había bajado al 32,7%, aunque aún tuvo algún partido de 2/3.
En verano, Dubljevic tuvo que pasar de nuevo por el quirófano para que le retiraran el material de la osteosíntesis. Se perdió el Eurobasket con Montenegro pero pudo comenzar la pretemporada con el Casademont Zaragoza. Sin embargo, su acierto no solo no ha mejorado sino que se ha desplomado al más bajo de su carrera. En los siete partidos de Liga disputados Dubi ha acertado en tan solo dos lanzamientos de los 20 que ha intentado desde el 6,75, lo que supone un paupérrimo acierto de tan solo el 10%. Hizo uno en Burgos y otro el pasado sábado.
Es un dato más que significativo porque el triple es lo que hace diferente e importante a Dubljevic. Sin eso, su amenaza se difumina y se convierte en un jugador mucho más fácil de frenar, con una capacidad más limitada para aportar cosas al equipo. No se trata, en su caso, de una cuestión de actitud, voluntad y deseo no le faltan al pívot. Pero algo ha cambiado.
Dubljevic está firmando hasta ahora unas medias de 4,4 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias y 6,9 créditos de valoración, lo que suponen los promedios más bajos en su carrera en la ACB. Nunca en sus doce temporadas anteriores había estado por debajo de los diez puntos ni de los diez créditos de valoración. Por supuesto, el 10% de acierto de tres es el más bajo de su carrera. Dubljevic siempre ha estado en torno al 40% en la larga distancia y su peor cifra hasta ahora era el 27,1% de la campaña 2014-15. Un problema para Dubljevic y, por extensión, para todo el Casademont Zaragoza, que pierde así una de la que debían ser sus armas principales.