En la víspera de un crucial duelo a domicilio contra su rival francés, el Asvel Villeurbanne, el entrenador del AS Mónaco, Vassilis Spanoulis, ha mostrado su hartazgo y ha cargado duramente contra el calendario de la Euroliga. La leyenda griega del baloncesto no se guardó nada y expresó una profunda frustración por una programación que considera ilógica y sin precedentes, la cual, según él, perjudica gravemente la preparación y la estabilidad de los equipos.

El partido contra el Asvel, un derbi entre equipos de la liga gala, será el séptimo partido fuera de casa en las últimas nueve jornadas de Euroliga para los del Principado.

Visiblemente molesto, Spanoulis cuestionó la estructura de la competición, señalando casos extremos que desafían toda lógica deportiva. «No estoy de acuerdo con este calendario. Algunas equipos tienen que jugar siete partidos seguidos fuera de casa y luego cinco en casa. Esto no es normal», declaró el técnico. Con incredulidad, añadió que es la primera vez que presencia una situación así en toda su carrera, tanto de jugador como de entrenador, llegando a preguntarse con ironía: «No sé si la inteligencia artificial ha hecho este calendario o si ha sido una persona, pero es increíble que esto ocurra».

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El ex jugador heleno también subrayó las graves consecuencias que esta carga de partidos puede tener en el futuro de los proyectos deportivos. Spanoulis lamentó que una racha de derrotas, provocada por un calendario tan desequilibrado, puede costarles el puesto a sus colegas. «No es normal para preparar a un equipo», insistió, añadiendo que «algunos entrenadores pierden su trabajo por esto, porque tienen demasiadas derrotas seguidas».

Las contundentes declaraciones del técnico del Mónaco ponen de manifiesto una creciente preocupación en el seno de la máxima competición europea de baloncesto. Sus palabras resuenan con fuerza justo antes de enfrentarse al Asvel, un partido que añade aún más presión a un calendario ya de por sí extenuante y que, en opinión de uno de los nombres más respetados del baloncesto continental, ha sobrepasado los límites de lo razonable.