Los carteles que flanquean la puerta de entrada reflejan el cambio. Tabacalera ya no es el Museo Ruso, o al menos no solo eso. Los … casi 3.000 metros cuadrados de salas que hay en el histórico edificio se repartirán a partir de ahora bajo dos marcas diferentes: la conocida Colección del Museo Ruso (sin San Petersburgo desde la invasión de Putin a Ucrania) y la nueva MEET, Málaga Espacio Expositivo Tabacalera. Desde hoy, frente a la exposición dedicada a la bailarina rusa Anna Pávlova, más de 180 fotografías recorren el último medio siglo de la historia de España a través de la mirada de Marisa Flórez, una de las pioneras del fotoperiodismo.
El Ayuntamiento de Málaga reacciona así a un conflicto bélico que se perpetúa en el tiempo y que hace inviable a corto plazo el regreso de las obras de San Petersburgo. Y, al mismo tiempo, da respuesta al «interés mostrado» por colecciones públicas y privadas por exhibirse en Málaga. Pero, insisten, no renuncian a seguir albergando arte ruso de calidad presente en Occidente para conservar una ‘etiqueta’ ya consolidada en la ciudad. De hecho, pronto ocupará esas salas el fotógrafo bielorruso afincado en Madrid Valery Katsuba. Antes, el 4 de diciembre, el MEET presentará su segunda propuesta, centrada en la pintura en tiempo de los Austrias. Ambas líneas de trabajo convivirán de forma flexible en el edificio, sin compartimentos estancos, en función de las exposiciones de cada momento.
Málaga Espacio Expositivo Tabacalera (MEET) convivirá de forma flexible, sin compartimentos estancos, con fondos de arte ruso
Con este nuevo concepto, Tabacalera recupera su nombre y aspira a remontar en asistencia de público, tras una caída progresiva de visitantes desde la ruptura con el Kremlin. «Supondrá nuevo impulso para este centro neurálgico de la cultura malagueña», confía Luis Lafuente, responsable de la agencia pública que gestiona los museos municipales.
‘Marisa Flórez. Un tiempo para mirar (1970-2020)’ asume ese cometido en primer lugar. La fotoperiodista, Premio Nacional de Periodismo Gráfico, reúne una cuidada selección de su trabajo durante 50 años en medios de comunicación, la mayor parte del tiempo en diferentes puestos de ‘El País’. Con su objetivo fue testigo de la transformación de España, buscando siempre el lado humano e íntimo de los personajes que la protagonizaron. «He sido poco de fotografías oficiales», reconocía en la inauguración, «abrumada» al verse ella ahora como centro de todos los focos.
Su cámara estuvo en momentos clave que hoy se estudian en los libros de Historia. Captó la vida del Congreso en las primeras legislaturas, con imágenes reveladoras como la que muestra la soledad de Adolfo Suárez en los últimos años de la Transición, con el entonces presidente en su escaño rodeado de asientos vacíos. Estuvo en el entierro de La Pasionaria, con su féretro a hombros de un jovencísimo Julio Anguita. Y asistió ilusionada y nerviosa a la llegada al aeropuerto de Barajas del ‘Guernica’, la vuelta a España «del último exiliado».
La llamada de auxilio de Lola Flores, la llegada del ‘Guernica’ a España y el gesto de cariño de los Reyes de España en la boda de la infanta Elena.
Migue Fernández



A través de sus instantáneas se recuerdan las primeras manifestaciones del aborto, un militante con el puño en alto en la marcha del 1 de mayo del 78, una de las primeras promociones de mujeres guardias civiles y una foto a la que admitió tener un cariño especial: una pareja de ancianos apoyando desde su balcón una protesta, pero aún con miedo a dejarse ver demasiado tras las persianas.
Está la España folclórica, la de Lola Flores pidiendo «una peseta» a cada español para saldar su deuda con Hacienda con los ojos encharcados; la que atraía rodajes internacionales con estrellas como Anthony Quinn; y la que ahora sí se abría al rock de bandas como Los Rolling Stones. Retrató a la duquesa de Alba el día de su boda con Jesús Aguirre, pero no con pose nupcial, sino agachada hablando con la pequeña Cayetana.
La Familia Real
La Familia Real aparece en diferentes momentos. Abre el recorrido una imagen -en tamaño gigante- titulada ‘La Generación del Rey’, con Juan Carlos rodeado de personalidades de la época, desde Francisco Umbral a Antonio Gala, pasando por Julia Gutiérrez Caba, Montserrat Caballé, Nuria Espert, Adolfo Suárez y Francisco Tomás y Valiente. La fotografía se tomó en Zarzuela, en 1991, para el programa ‘Los años vividos’. En otra instantánea, Marisa Flórez recoge el momento en el que los monarcas se dan la paz en la boda de la infanta Elena con una mirada de cariño entre ambos que hace años que no se produce. En otro punto del recorrido, la Reina Sofía capta toda la atención vestida de luto y con la mirada perdida mientras esperaba para poder repatriar el cadáver de su madre a Atenas.
‘Marisa Flórez. Un tiempo para mirar (1970-2020)’, organizada por la Comunidad de Madrid, llega a Málaga con el respaldo de la Fundación la Caixa tras su estreno el pasado mayo en la Sala Canal de Isabel II. Es una exposición «muy de sentimientos», dice Flórez, pero sin nostalgia. «Invitamos a mirar estas fotos desde el presente para conocer lo que será de nuestro futuro», resaltó la comisaria Mónica Carabias. Habrá a quien le recuerde un momento de su vida y quien descubra acontecimientos que nunca vivió. Para ella era su oficio. «Quería hacer la mejor fotografía para que en el periódico fuera en primera». Y muchas veces lo consiguió.