La jueza que protagonizaba una película mientras debía impartir justicia por la muerte de Diego Armando Maradona fue destituida de su cargo este martes. Por unanimidad, un jurado de enjuiciamiento de Buenos Aires dispuso también que Julieta Makintach, de 49 años, sea inhabilitada de por vida para ejercer cargos judiciales. El juicio oral que se estaba realizando por el presunto homicidio simple del exfutbolista y entrenador argentino, con sus médicos y enfermeros como acusados, fue anulado y en marzo próximo comenzará un nuevo proceso.
La sentencia de 115 páginas, dictada tras seis audiencias de debate, es lapidaria para Makintach. Los 11 miembros del jurado la encontraron responsable de incurrir en: “incumplimiento de los deberes inherentes a su cargo”; “realización de actos de parcialidad manifiesta”; y “desarrollo de actividades incompatibles con la dignidad y austeridad que el cargo judicial impone”.
Justicia divina iba a ser el título del documental que, a escondidas, se estaba filmando con Makintach en rol estelar. En mayo pasado, cuando el juicio por la muerte de Maradona en 2020 llevaba poco más de dos meses, se filtraron imágenes grabadas en la sala de audiencias, pese a la prohibición de cualquier registro ajeno a las cámaras del tribunal. Después se difundieron vídeos de la jueza hablando a cámara en su despacho, desfilando en los pasillos o posando en el ascensor. El escándalo fue inmediato y todas las partes involucradas en el juicio, defensas, querellas y fiscalía, pidieron la suspensión y luego la nulidad del proceso.
“La magistrada excedió los límites propios del ejercicio de la función judicial e incumplió los deberes inherentes a la magistratura al participar y colaborar de manera irregular en un proyecto comercial estrechamente vinculado con el juicio que tenía a su cargo”, argumenta en la sentencia la presidenta del jurado de enjuiciamiento, Hilda Kogan, quien también preside la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
“En sus descargos, la magistrada tampoco logró disipar la apariencia de parcialidad ni la irregularidad funcional que las partes percibieron durante el proceso”, agrega Kogan. “Diversos indicios revelaron comportamientos de la magistrada que —una vez expuesta su activa colaboración en la elaboración de un producto audiovisual cuyo eje narrativo era su propio desempeño en el juicio— permiten concluir que su accionar estuvo orientado más a obtener notoriedad pública que a cumplir cabalmente con la función de impartir justicia». El fallo también responsabiliza a Makintach por el uso irregular de los recursos del Poder Judicial.
Sin la presencia de la jueza destituida, el veredicto fue leído este martes en los tribunales de la ciudad de La Plata. En la sala, los únicos familiares de Maradona presentes eran su hijo menor, Diego Fernando, y su madre, Verónica Ojeda. “El tribunal actuó como debía”, celebró Mario Baudry, abogado y actual pareja de Ojeda, tras conocerse la sentencia. “Ahora la justicia penal tiene las manos libres para continuar investigando porque ella [Makintach] no tiene fueros”, agregó.
Además de la destitución y la prohibición de ocupar cargos judiciales, Makintach enfrentará una causa penal por su actuación. También perderá el derecho a una jubilación de privilegio como miembro del Poder Judicial.
Uno de los abogados intervinientes en el caso, Rodolfo Baqué, presentó un pedido de juicio político para los jueces que integraban junto a Makintach el tribunal del caso Maradona: Verónica Di Tommaso y Maximiliano Savarino. Asegura que ambos “sabían de la existencia de personas no autorizadas dentro de la sala de debate con cámaras de filmación” y “no denunciaron esa irregularidad”.