Aunque los estrenos de Disney+ distorsionan nuestra perspectiva del tiempo que había pasado desde que la saga Depredador no pasaba por la gran pantalla, hacía siete añazos que los yautja no iban de caza en las salas de cine. Predator: Badlands ha puesto fin a la sequía, y con éxito.
La tercera película dirigida por Dan Trachtenberg, que ha revitalizado la franquicia desde que tomó las riendas en Predator: La presa, e incursionado en animación con Predator: Asesino de asesinos, ha aterrizado con fuerza en taquilla desde su estreno el pasado 7 de noviembre.
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Predator: Badlands lleva recaudados 132,6 millones de dólares en todo el mundo, repartidos de la siguiente manera: 66 millones en la taquilla doméstica (Estados Unidos) y 70,1 millones en mercados internacionales.
Estos datos no solo deben derrochar alegría en 20th Century Studios (Disney), sino que baten un récord que la franquicia no había logrado superar en sus 38 años de existencia.
Predator: Badlands pone el listón en Estados Unidos
Con esos 66 millones de dólares acumulados tras su segundo fin de semana en la cartelera, Predator: Badlands logra superar en la taquilla doméstica a la película original de Depredador, con Arnold Schwarzenegger, que logró 59,7 millones de dólares en 1987 (no se aplica la inflación).
En lo estrictamente referido a la saga Depredador, Predator: Badlands solo tiene por delante a nivel global a Predator, el malogrado filme de Shane Black de 2018, que recaudó 160,5 millones de dólares. Como Predator: La presa y Predator: Asesino de asesinos se estrenaron directamente en Disney+, no contabilizan para el logro.
Si incluimos en el ranking los crossovers con la saga Alien, la corona, tanto en Estados Unidos como en todo el mundo, pertenece a Alien vs. Predator, con 177,4 millones de dólares en todo el mundo y 80,2 millones solo en Estados Unidos.
A Predator: Badlands aún le quedan semanas para acumular ganancias en taquilla, aunque ha sufrido una considerable caída del 60 % en su segundo fin de semana. Pero Dek y Thia han demostrado que no se debe subestimar a un yautja y una sintética.