Aunque sigue siendo la gran desconocida entre la sociedad, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la cuarta causa de muerte en el mundo. Tanto es así que muchos pacientes –aunque posean una dificultad continua para respirar, una sensación de opresión en el pecho y sensación de agotamiento permanente– no saben que la tienen. Según las últimas estimaciones, siete de cada diez españoles mayores de 40 años cumplen estas características.
Esta jornada, llamada La esperanza está en el aire, donde se celebra el Día Mundial de la EPOC, quiere descubrir a la población esta enfermedad que en nuestro país mata a más personas que el cáncer de pulmón. Así lo explica el doctor Bernardino Alcázar, especialista de neumología en el Hospital de Alta Resolución de Loja, quien además añade que esta afección es el daño que se produce en los pulmones por «la inhalación continua durante mucho tiempo». En nuestro país, señala, es el tabaco.
Raquel Tapia, directora general Sanofi Iberia, explica que ella realmente se dio cuenta de lo que era la enfermedad cuando comenzó a investigarla más a fondo. En ese momento, vio que había millones de personas afectadas. Esto mismo, relata, es lo que le pasa a la sociedad, que no sabe lo que es, y, por lo tanto, «no se le da importancia». Así, asegura que la innovación «es fundamental», tanto en la ciencia como en el abordaje, el diagnóstico, las opciones terapéuticas y en el papel de cada uno de los factores externos.
Los problemas de la enfermedad
En este sentido, los expertos afirman que en esta grave afección las exacerbaciones –episodios agudos de empeoramiento de los síntomas– representan un punto crítico. Y es que, según señalan, cada crisis provoca un «daño irreversible en los pulmones» y un 38 % de los pacientes requiere hospitalización por esta causa, lo que impacta de forma notable en su calidad de vida. Asimismo, revelan que el impacto emocional también es innegable. La EPOC no solo compromete la salud física, sino que afecta «profundamente el bienestar psicológico», favoreciendo la aparición de «ansiedad, depresión y, en muchos casos, un intenso sentimiento de culpa».
El doctor Alcazar anota que las exacerbaciones son importantes porque impactan «en la calidad de vida y la esfera mental de estos pacientes». No es algo que tienen todos los pacientes, afirma, pero un poco más de 1/3 de los afectados van a estar «ingresados por esto». A día de hoy, lamenta el facultativo, después de un primer ingreso por EPOC, «a los cuatro años la mitad de los pacientes habrá fallecido».
Iñaki Morán, presidente de EPOC España y paciente, revela que «la prevención es primordial». Por ello, recuerda que lo mejor es «evitar el tabaquismo», puesto que si este hábito se deja de lado, la enfermedad «no se desarrolla». El afectado también se refiere al diagnóstico precoz y a la equidad, porque, al igual que pasa en otras enfermedades, el código postal es el que marca los tratamientos o las especialidades a las que se tiene acceso.
La importancia de detectarlo a tiempo
El infradiagnóstico continúa siendo alarmantemente elevado. A día de hoy, siete de cada diez personas con EPOC no están diagnosticadas, una situación aún más marcada en las mujeres. Esto retrasa de manera significativa «la implementación de intervenciones efectivas», explica Iñaki Morán, quien también desvela que de los tres millones que hay, solo hay «un millón diagnosticado». Por eso insisten en reconocer los síntomas.
Síntomas de LA EPOC
- Sensación de falta de aire
- Tos con mucosidad
- Fatiga
- Opresión en el pecho
- Silbidos con la respiración
- Infecciones respiratorias regularmente
- Dificultad respiratoria en actividades físicas
- Cansancio y apatía
En cuanto al cuidado, el doctor Alcázar habla de la medicina personalizada como un ámbito vital para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen EPOC.
Lo mismo ha hecho Nicole Hazz, portavocía y asesoría técnica de APEPOC, quien, además de destacar el abordaje multidisciplinar, subraya la «importancia de la medicina del futuro», que, según sus estudios, se va a centrar en «un enfoque predictivo, preventivo, participativo y personalizado».
Por este motivo, resalta la experta en esta enfermedad, cada paciente «es un mundo y necesita cosas diferentes», y esto solo se consigue si los pacientes están «convencidos de ellos y asumen la responsabilidad que le corresponde». Como, por ejemplo, hacer ejercicio, buena alimentación y una buena actitud positiva.
El caso de Santi Rodríguez
Muchas personas con síntomas no buscan atención médica y, aunque el uso de la espirometría ha aumentado en los últimos 15 años, sigue siendo un área importante que debe mejorarse en el ámbito de la atención primaria. No fue el caso del actor Santi Rodríguez, quien gracias a un viaje en AVE y coincidir con dos médicos –uno de ellos, David, neumólogo– , y múltiples preguntas de Neumología, fue advertido de su posible enfermedad.
Santi Rodríguez en el acto de la EPOCEl Debate
Al asistir al médico le realizaron la espirometría, que confiesa que es «indolora, sencilla y rápida». Tras obtener los resultados descubrió que los viajeros estaban en lo cierto: tenía EPOC, y gracias a su detección precoz hoy controla la enfermedad.
El humorista y actor podría haber desarrollado esta enfermedad, tal y como le notificó el matrimonio en el AVE, por «el humo del tabaco, ya que es considerado como el principal responsable del desarrollo de esta enfermedad y su progresión», asevera. A pesar de ello, los factores genéticos, la exposición a los contaminantes aéreos y las infecciones respiratorias también contribuyen a la aparición de esta patología.
Por último, Santi apunta que, debido a la enfermedad, ha cambiado su forma de vida. Ahora come sano, hace ejercicio y ha abandonado el tabaco. Es por ello que llama a los afectados igual que él a ser valientes, a no tener miedo, a seguir con la vida y a «no tener complejo por ser enfermos de EPOC», concluye el actor y humorista.