Bridget Jones debería ser patrimonio de la humanidad, debería tener su propio día nacional, su propia fiesta y su propia entrada en el diccionario. Vale, estamos exagerando, pero la importancia que este personaje ha tenido y tiene en la cultura contemporánea es un hecho. Es más, hoy mismo se ha desvelado la estatua dedicada a Jones en el icónico enclave londinense de Leicester Square, donde a partir de ahora los fans de las peripecias de Bridget podrán “peregrinar” y agradecerle manera física todos los buenos momentos que nos ha regalado (bajada por la barra de bomberos incluida).

Renée Zellweger en la inauguración de la estatua dedicada a Bridget Jones en Londres. © GettyImages.
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Renée Zellweger, la actriz que ha interpretado a Bridget Jones hasta en cuatro ocasiones, no ha querido perderse el evento destinado a inaugurar la estatua, y se ha personado en Leicester Square lista y preparada para rendir su homenaje a un personaje que le dado mucho tanto profesional como personalmente. Para la ocasión, Renée ha lucido un precioso abrigo negro de corte súper sencillo y largo hasta los tobillos, es decir, la prenda que Bridget nunca escogería en la primera película, pero años después, con muchos acontecimientos vitales que pueden cambiar un armario a sus espaldas, de repente se convierte en una suerte de vestido perfecto para una renovada y mucho más clásica Bridget.
Para completar el estilismo, Renée apenas ha incluido unos zapatos de tacón de color blanco. La única nota de color en un look dominado por la sobriedad y en el que tanto el maquillaje como el peinado escogidos por la actriz también han remado a favor de esa simplicidad. No es una nueva Bridget, y ni siquiera es una nueva Renée, son ambas mujeres unidas en 2025 por algo que trasciende modas y tendencias. El peso de la historia de una mujer.