El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería se convirtió en escenario de las películas de la saga de Harry Potter que triunfaron durante una década. Allí conocimos a los jóvenes magos y brujas que J.K. Rowling ideó en las novelas originales, entre los que estaban Harry, Ron y Hermione, pero también personajes secundarios como Draco Malfoy, Neville Lomboton y Luna Lovegood.
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Entre los jóvenes magos también estaba Vincent Crabbe, estudiante de Slytherin y uno de los fieles secuaces de Draco. El personaje apareció en las primeras seis de las películas de la franquicia, desde La piedra filosofal a El misterio del príncipe. Lo que muchos no saben es que su historia en la vida real tomó un giro inesperado que lo distanció drásticamente de su carrera en la gran pantalla.
El actor que dio vida a Vincent fue Jamie Waylett, quien consiguió el papel cuando apenas era niño. El personaje problemático que hacía en las películas, en las que intentaba hacerle la vida imposible a Harry Potter, llegó a convertirse en una realidad fuera de cámaras. Todo empezó en 2009, cuando la policía le pilló en posesión de un cuchillo y varias bolsas de cannabis.
Waylett fue inmediatamente despedido y no apareció en Las reliquias de la muerte, las dos entregas finales de la franquicia. Más allá de las repercusiones en el set, el actor fue condenado a un mes de prisión y a 120 horas de servicio a la comunidad. Pero la cosa no quedó ahí y, en 2012, volvió a ser detenido.
Esta vez, por su participación en los disturbios de Londres del año anterior. El intérprete fue acusado de cargos de “desorden violento, posesión de un artículo con intención de destruir o dañar propiedad y recepción de bienes robados”. Entonces fue condenado a dos años de prisión. Todo esto lo alejó por completo de las grandes producciones cinematográficas: no ha vuelto a participar en ninguna otra película ni serie.
Qué fue de los otros protagonistas
Tras el éxito de las películas de Harry Potter, no tuvo que pasar mucho tiempo hasta que volvimos a ver a algunos de los miembros de su reparto en cine y televisión. Daniel Radcliffe, que encarnó al mago protagonista, fue de los primeros en distanciarse laboralmente de su mítico personaje. La mujer de negro (2012), su primera película después de todo aquello, se estrenó apenas un año después de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: parte 2.
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En el caso de Emma Watson, su primer papel después de Hermione Granger también llegó en 2012, con Las ventajas de ser un marginado. Su última interpretación tuvo lugar en Mujercitas (2019) y, desde entonces, no hemos vuelto a verla en el cine. Por su parte, Rupert Grint también siguió trabajando en la industria. Su primera película después de interpretar al mago pelirrojo fue Perdidos en la nieve (2012). Ninguno de ellos acabó tan mal como Waylett. Ni siquiera Tom Felton, el actor que interpretó a Draco y que ahora vuelve a ponerse en la piel del personaje que lo hizo mundialmente famoso.