Hace unos días estalló un nuevo escándalo de corrupción en Ucrania que salpica al gobierno de Zelenski y que ha obligado a dimitir a dos de sus ministros: el de Justicia y la de Energía. El núcleo de la trama se sitúa en Energoatom, el operador público que se encarga de gestionar las cuatro centrales nucleares ucranianas. Según los investigadores, algunos de sus directivos habían construido un sistema de sobornos que obligaba a pagar hasta un 15% de comisiones a todo aquel que quisiera contratar con la empresa.
No es el primer gran caso de corrupción que se destapa en Ucrania desde que comenzó la guerra, pero este tiene dos aspectos que elevan el tamaño del escándalo: el primero es que afecta al sector energético justo a las puertas del invierno (cuando millones de ucranianos están sufriendo de nuevo continuos apagones); el segundo es que el presunto cerebro de la trama es Timur Mindich, amigo íntimo y socio de Zelenski, que ha conseguido huir del país.
En este nuevo capítulo del podcast ‘Diario de Ucrania’, hablamos con Olena Halushka, jefa del Departamento de Relaciones Internacionales del Centro de Acción contra la Corrupción y cofundadora del Centro Internacional para la Victoria de Ucrania, para analizar qué consecuencias puede tener este escándalo en la política interna ucraniana, en el proceso de adhesión de Ucrania a la UE y en el apoyo de los aliados occidentales a Ucrania.
Buenas y malas noticias
Hace unos meses Zelenski trató de sacar adelante una ley que reducía la independencia de los dos organismos encargados de la lucha contra la corrupción: la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO). Las protestas en la calle y el malestar expresado por los dirigentes de la Unión Europea frenaron la maniobra y el presidente ucraniano tuvo que dar marcha atrás.
Ahora han sido estos dos organismo los que han destapado el escándalo. «Eso significa que Ucrania cuenta con dos organismos lo suficientemente capaces y profesionales como para investigar la corrupción de alto nivel de personas muy cercanas al presidente Zelenski», explica Olena Halushka.
Olena Halushka, jefa del Departamento de Relaciones Internacionales del Centro de Acción contra la Corrupción CEDIDA
No obstante, la activista anticorrupción también ve señales negativas. «Además de que es lamentable que sigan produciéndose este tipo de malas prácticas en plena invasión rusa, la mala noticia es que los ataques contra la NABU y la SAPO no han cesado por completo. En julio, uno de los investigadores de la Oficina, Ruslan Mahamedrasulov y su padre fueron detenidos en lo que mi organización considera un caso fabricado. Para nosotros es muy importante que sea puesto en libertad lo antes posible. Y esa sería una de las señales claras de que se ha puesto fin a cualquier influencia indebida sobre la NABU y la SAPO», subraya Halushka.
Timur Mindich, un hombre muy cercano a Zelenski
El presunto cerebro de la trama es el empresario Timur Mindich que, además de ser alguien muy cercano a Zelenski, logró escapar del país sin ser detenido, lo que hace sospechar a muchos que alguien le avisó de lo que iba a ocurrir. «Mindich es socio comercial de Zelenski desde hace mucho tiempo. Era copropietario del estudio Kvartal, el proyecto vital del presidente antes de que entrara en política. Además, es amigo personal de Zelenski», afirma Haluhska, que cree que la reacción del presidente ucraniano al escándalo es insuficiente. «Han dimitido dos ministros, pero eso no basta», dice Haluhska, que considera que debe haber más responsabilidades políticas.
«Zelenski dijo una vez que Ucrania está dirigida por cinco gestores eficaces como su jefe de la Oficina Presidencial, Andriy Yermak, pero parece evidente que esos gestores ya no son eficaces. Deben ser sustituidos. Si esas personas no pueden gestionar adecuadamente el país en tiempos de guerra, no deberían seguir ocupando sus puestos y cargos», explica la activista. Zalushka afirma que Zelenski debe hacer una limpieza completa en el sector energético. «Esperamos que sus acciones le mantengan en el lado correcto de la historia y junto a la sociedad ucraniana. De lo contrario, si la sociedad ucraniana no ve que se haga justicia, me temo que podríamos ver más protestas. Y no queremos protestas porque cualquier inestabilidad dentro del país afecta a nuestra capacidad para defendernos de la agresión rusa»,
Una piedra en el camino hacia la UE
Habrá que ver el impacto que puede tener el escándalo en Bruselas. Hace unas semanas la Unión Europea volvió a insistir a Ucrania en que si quiere entrar en el club comunitario debe tomarse en serio la lucha contra la corrupción. «Escándalos como este afectan negativamente a la confianza de la Unión Europea y a nuestro proceso de adhesión. Sin embargo, debemos darnos cuenta de que, en este momento, el principal obstáculo para la adhesión de Ucrania es Hungría, no la propia Ucrania o este escándalo de corrupción», lamenta Olena Halushka.
La activista espera que este tipo de escándalos no repercutan en el apoyo económico y militar que Ucrania recibe de sus aliados europeos. «Por desgracia siempre habrá personas que apoyen a Rusia y que utilicen cualquier escándalo como este para socavar a Ucrania. Tenemos que contrarrestar esta propaganda. Tenemos que explicar a los europeos que la sociedad ucraniana está profundamente comprometida con las reformas y la lucha contra la corrupción», concluye Halushka.