Papel fotosensible y elementos de la naturaleza del Perú. Sin mediar cámara fotográfica y solo con la luz de la luna o los relámpagos de las tormentas, Roberto Huarcaya ha sido capaz de desarrollar una prolífica carrera con obras de gran formato que muestran sombras desde la selva amazónica al paisaje del océano Pacífico. Desde ayer por la noche puede visitarse en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (Marco) una muestra de su obra.
La exposición se llama “Intersticios” y permitirá ver obras de grandes dimensiones como la seria “Amazogramas”, compuesta como un laberinto fotográfico que puede observarse tanto desde lo alto de unas escaleras como recorriéndolo por dentro, lo que aporta dos visiones complementarias de la obra. También destaca la serie instalada en el panóptico, tomadas a personas, que puede contemplarse tanto de forma cenital como nadir, esto es, o bien subir la mirada hacia el techo o bajándola hacia un espejo de agua situado en el suelo. Este mis efecto se usa en otra obra que reflexiona sobre la presencia de plásticos y contaminación en el océano.
El director del Marco, Miguel Fernández-Cid, señaló la importancia del artista, que expuso en la Bienal de Venecia de 2024, y destacó que es capaz de “una reflexión sobre su entorno” a través de la técnica del fotograma.
Roberto Huarcaya agradeció tanto “la cesión del espacio”, como el momento, coincidiendo con el encendido de las luces de Navidad, cuando la ciudad “juega del día a la noche” y “la noche es capturada con su realidad”.
El alcalde Abel Caballero cerró la presentación de la exposición señalando que de aquí a marzo, cuando finaliza la muestra, “pasarán por aquí tres millones de personas”, en referencia a las cifras de turismo que se espera para ver las luces.