Café Quijano es uno de esos grupos que marcó a toda una generación. Y es que, a día de hoy, y después de varios inconvenientes, el conjunto musical sigue dando conciertos en todas partes del mundo y en festivales de nuestro país. Con el ansia de deshacerse de esa idea de un hombre conquistador, Manuel ha ido dando pasos firmes en solitario, no solamente en la música sino, también, en su lado más personal. Y es que el cantante ha acumulado un gran éxito en su haber, además de con sus canciones, con los distintos negocios que ha emprendido en todos estos años.

Como decíamos, Manuel Quijano ha sido uno de los miembros clave de Café Quijano, un grupo de mucho éxito en España y Latinoamérica. Gracias a su carrera musical, tanto en grupo como en solitario, ha sumado ingresos importantes: giras, ventas de discos y composición le han generado una base de riqueza sólida. Su propio grupo ha llevado décadas funcionando, lo que implica ingresos recurrentes.

El dinero de Manuel Quijano por la música

Uno de los indicadores más claros de su patrimonio es que Manuel compró un palacete histórico en León. Como contamos en THE OBJECTIVE, este edificio era muy grande y con características arquitectónicas singulares: varias plantas, piscina, zonas nobles, etc. Más tarde, ese palacete se reconvirtió en un hotel-boutique, lo que sugiere que su valor, probablemente, es muy alto. En más de una ocasión, el cantante ha querido incidir en que nunca «ha dejado de trabajar», lo que también ha sido parte de su éxito. También parece tener una mentalidad de artista con negocio: no solo interpreta, sino que compone, produce y controla parte de su actividad musical.

Todo esto se ha traducido, también, en el dinero que ha acumulado en las últimas décadas. Y es que Café Quijano, como grupo, ha vendido una cantidad considerable de discos. Es más, con su tercer álbum, vendieron alrededor de 500.000 unidades, lo que indica que tuvieron mucho éxito comercial. Esto hizo que se le reportaran ingresos más que significativos. Su caché como grupo es alto: por ejemplo, desde Voz Pópuli confirman que cobran 45.000 euros por concierto en ciertos festivales o fiestas locales. Al tener una carrera larga con muchas giras, los ingresos por actuaciones suman mucho a lo largo del tiempo. En sus inicios, además, Manuel invirtió mucho, ya que llegó a gastarse más de 120.000 euros para producirlo. Eso muestra que no todo fue ganancia desde el principio y que hubo una apuesta fuerte para consolidarse.

Su espectacular palacete en León

También, hay que tener en cuenta que todos ellos se embolsan una buena cantidad a través de sus ingresos digitales, ya que la banda cobra por sus visualizaciones en YouTube, pero las cifras son relativamente modestas en comparación con ingresos por giras y discos. De esta modo, el conjunto ha generado ingresos elevados a lo largo de su carrera, especialmente por giras y venta de discos. Manuel Quijano nació hace 58 años en la ciudad de León, a la que siempre ha estado muy vinculada. Inició su carrera artística junto a sus hermanos Óscar y Raúl, junto a Warner Music. Fue a finales de los años 90 cuando lanzaron su segundo disco, con el que alcanzaron un éxito sin precedentes y se convirtieron en grandes referentes dentro de la música de la mano de La Lola.

Los dos años posteriores al lanzamiento realizaron una gira mundial con infinidad de conciertos alrededor del globo. A esto se le sumó dos nominaciones; a Mejor Nuevo Grupo en los Latin Grammy y al Mejor Álbum de Rock Alternativo. En 2001 con La taberna del Buda consiguieron vender más de un millón de copias. En un momento dado, el grupo decidió separarse y Manuel comenzó con su carrera en solitario bajo el nombre de Quijano. Su primer trabajo en solitario, Vidas y venidas, obtuvo el Disco de Oro a las seis semanas de publicación. En noviembre de 2010 emitieron un comunicado en el que confirmaron que volvían como grupo coincidiendo con la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, en México.

Fue en el año 2000 cuando el mayor de los tres hermanos, Manuel, decidió invertir en un palacete en León. Este fue vendido ocho años más tarde y, hoy en día, es un hotel-boutique. El edificio fue construido a finales de los años 20 por el arquitecto Manuel de Cárdenas con cuatro plantas, un semisótano, una planta baja y una primera. Es más, actualmente, en esta planta de calle es donde se encuentra la recepción, el comedor para desayunos y dos habitaciones. Además, combina la arquitectura clásica con elementos originales que se encuentran en instalaciones modernas y con un interior muy exclusivo. En su momento, el edificio se vendió por cinco millones de euros, ya que cuenta con algo más de 1.000 metros cuadrados construidos y alrededor de 626 útiles.

Como ya explicamos en THE OBJECTIVE, actualmente posee una piscina cubierta de estilo romano con columnas, sauna y gimnasio. También, cuenta con cuatro habitaciones y otras cinco en la parte superior, así como una suite abuhardillada con una terraza de 30 metros cuadrados. El lugar tiene obras de arte de José de León, así como distintas figuras de elefantes, jarrones asiáticos y detalles del estudio León E4.