Había un plan en marcha para concretar el final de la Vuelta a España 2026 en las Islas Canarias y el proyecto se ha roto por los rescoldos de la última edición con el equipo de Israel y la probabilidad de nuevos incidentes el … próximo septiembre en un destino turístico de primer orden como son Gran Canaria y Tenerife.

Así lo ha confirmado este miércoles Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, ante la incertidumbre de la presencia del equipo de Israel, que cambiará de nombre la próxima temporada (se especula con Cycling Academy), pero que sigue teniendo al mismo propietario, Sylvan Adams.

«Ya dijimos desde un primer momento que con recursos de la administración pública no podíamos hacer posible que llegara hasta Gran Canaria una Vuelta que contó con la participación de Israel, con un equipo propiedad de una persona que tiene una íntima relación con (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu y que apoya el genocidio que se ha cometido por Israel sobre el pueblo palestino», manifestó Morales.

Unipublic, la empresa organizadora de la Vuelta a España, tenía las conversaciones casi cerradas en agosto con los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife para llevar de regreso la carrera a las Islas Canarias 38 años después (la última vez, en 1988). Faltaban pocos detalles por concretar, según fuentes consultadas por ABC, pero el devenir de la carrera con las protestas contra el equipo Israel y a favor de Palestina cambiaron el rumbo del proyecto.

La Vuelta a España negocia cada año con las diputaciones el paso de la carrera, las sedes principio y final de etapa, todos los pormenores del recorrido. Y habló por separado con los Cabildos de Gran Canaria y Tenerife. La idea era celebrar cuatro etapas en las islas, dos en cada una con el final previsto en Tenerife y la subida al Teide.

Sucedió que las algaradas de la Vuelta a España 2025, los disturbios provocados por las protestas, la imagen internacional de desorden total que obligó a la suspensión de las etapas de Bilbao y Madrid y a recortar el kilometraje de otras (Valladolid, Mos) hizo pensar a los rectores políticos de Gran Canaria que el turismo iba a quedar muy afectado si algo así se producía en las islas.

Confrontación social

«Acoger una carrera ciclista con una fuerte confrontación social, generando espacios de violencia, no nos parecía lo más adecuado y no tiene que ver con ese modelo de proyección de la isla que defiende», dijo Morales en rueda de prensa.

Cuando del deporte se habla, nadie quiere líos ni corrupción a su lado. El Cabildo de Gran Canaria no asumió el riesgo de unas protestas estilo a las de Madrid, cuando la Vuelta tuvo que terminar en el Campo del Moro sin llegar a meta.

«No podemos ser cómplices del genocidio y no podemos amparar la Vuelta. Ya nos hubiese gustado, porque hicimos todo lo posible para que fuera así», añadió.

Según las fuentes consultadas por ABC, tanto el Gobierno de Canarias como la Vuelta a España llevaban «varios años negociando» la posibilidad de regresar con el ciclismo a las islas. «Cada año pasa esto. Se habla con distintas sedes posibles comienzo o final de etapas y no se llega a un acuerdo por múltiples motivos».

Una vez Gran Canaria se apartó de la negociación, las conversaciones siguieron entre el Cabildo de Tenerife y la empresa Unipublic, siempre con el equipo Israel de fondo. Aunque en esta vertiente, el asunto fue económico. Tenerife podía asumir la presencia los israelíes, que en 2026 tendrán licencia canadiense y cambiarán de nombre aunque no de dueño, pero no así el coste económico de cuatro etapas en su isla.

«No tiene ningún sentido ir a Canarias con el despliegue logístico que se necesita para celebrar solo dos etapas. Había mucha ilusión por ir a Canarias, pero no podía ser», cuentan partes de la negociación.

Siete millones

El vicepresidente y consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, Lope Afonso, indicó que se manejaba una inversión «tripartita» entre los dos cabildos y el Gobierno de Canarias para cubrir un coste total de siete millones de euros y que la salida de Gran Canaria «desbordaría» las capacidades de las otras dos administraciones en liza.

Afonso ha insistido en que es «muy complicado» afrontar el desafío logístico de traer una prueba deportiva de esas características a las islas porque movilizar a una «cantidad enorme de personas» desde la Península «supone un gasto importante».

La cuerda con Tenerife también se rompió sin que la Vuelta anunciase en ningún momento que la carrera 2026 acabaría en Canarias. Sí hizo oficial la salida de Mónaco y extraoficialmente la ausencia de Madrid como final de la Vuelta. El domingo 13 de septiembre de 2026 coincidirá en fechas con el estreno del Gran Premio de España de Fórmula 1 en el nuevo circuito de Madrid en Ifema.

«La idea no es abandonar Madrid como final de etapa, sino todo lo contrario. La Vuelta quiere seguir como cierre en Madrid. Eso no debería cambiar», aseguran.

Sin Canarias y sin Madrid, la opción de Andalucía ha cogido fuerza como episodio final de la carrera en 2026. En especial la posibilidad de Granada y su provincia. La presentación oficial de la Vuelta 2026 será el próximo 17 de diciembre en Mónaco.