Un tratamiento con células madre ha conseguido restaurar la visión en personas con degeneración macular avanzada debido a la edad, la causa más común de ceguera irreversible en adultos. Por primera vez, pacientes con la forma más grave de esta enfermedad han logrado recuperar capacidad de lectura y visión funcional tras recibir trasplantes de células especializadas. Si se confirma el potencial del tratamiento en humanos, podría cambiarle la vida a los cientos de millones de personas que sufren esta enfermedad en todo el mundo.
El innovador hallazgo está diseñado para solucionar la forma más común de degeneración macular, la versión seca de la enfermedad que afecta al 90% de pacientes que la sufren. Esto provoca un deterioro progresivo y sin remedio de las células de la retina responsables de la visión de alta resolución.
El equipo ya ha completado el primer ensayo clínico en humanos, de fase 1/2a, que incluye pacientes en el estadio más avanzado, donde la ceguera se considera definitiva y hasta ahora irreversible. “Aunque estábamos satisfechos con los datos de seguridad, la parte emocionante fue que la visión de los pacientes también mejoraba”, asegura el profesor Rajesh C. Rao, jefe del equipo de investigadores de la Universidad de Michigan detrás de este descubrimiento que se ha publicado recientemente en la revista Cell.
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Uno de los resultados más espectaculares es que los pacientes tratados con la dosis más baja (50.000 células trasplantadas) no solo no presentaron reacciones adversas ni complicaciones graves, como inflamación o tumores, sino que ganaron visión de forma medible y significativa. “Nos sorprendió la magnitud de la mejora visual en los pacientes más gravemente afectados que recibieron los trasplantes de células madre”, afirma Rao. Los voluntarios tratados fueron capaces de ver 21 letras más en una cartilla oftalmológica al cabo de un año, mientras que el ojo no tratado no mostró este progreso.
Cómo funciona
El tratamiento consiste en trasplantar células madre adultas biorreprogramadas, obtenidas de retinas de donantes post mortem, que se transforman en células epiteliales pigmentarias de la retina, las que se dañan por la degeneración macular. Estos trasplantes se realizan mediante una delicada intervención quirúrgica ocular. El equipo asegura que al implantar células programadas solo para transformarse en tejido de retina, se reduce notablemente el riesgo de cáncer o efectos imprevistos.
El implante y las gafas PRIMA permiten volver a leer a los pacientes con ceguera irreversible. (Science Corporation)
La fase inicial del estudio incluyó seis pacientes con degeneración macular seca avanzada. Las células trasplantadas colonizaron con éxito las áreas dañadas y, hasta la fecha, no se observó inflamación peligrosa ni formación de tumores. El dato clave es que el único ojo que mejoró la visión fue el ojo tratado, mientras que el ojo no operado permaneció igual.
Animado por estos datos, el equipo de la Universidad de Michigan avanza ahora hacia nuevos estudios con más pacientes y mayores dosis (150.000 y 250.000 células trasplantadas) para comprobar la seguridad y eficacia del tratamiento en grupos más amplios. “Estamos agradecidos a todos nuestros participantes por permitirnos entender mejor si esta intervención es lo suficientemente segura como para ser una terapia futura”, dice Rao. Si los siguientes ensayos confirman los resultados, esta terapia podría abrir la puerta a una nueva era de medicina regenerativa ocular.
El futuro de la visión
La regeneración visual con células madre no es el único camino revolucionario en marcha para los pacientes de esta enfermedad. Otro enfoque que ha dado resultados prometedores es el implante Prisma: un chip diminuto insertado en la retina que combinado con unas gafas inteligentes ha permitido a pacientes con degeneración macular avanzada recuperar capacidades hasta ahora impensables. El dispositivo también restaura visión funcional y no solo sensibilidad a la luz, como hacían otro tratamientos previos.
El chip se implanta bajo la retina, justo donde deberían estar los fotorreceptores ya han desaparecido por la enfermedad. (Science Corporation)
En el ensayo clínico de Prisma, publicado en New England Journal of Medicine, 27 de los 32 participantes recuperaron la capacidad de leer un año después del implante. Las mejoras digitales del sistema, como el zoom y el alto contraste, han amplificado de manera radical la agudeza visual de muchos usuarios.
Otro avance en este campo llega de la mano de un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de California en Irvine, aunque por ahora solo se ha probado en modelos animales. Este tratamiento se basa en tratar la degradación visual propia de la edad actuando en la falta de ciertas grasas esenciales en el ojo que la provocan. El estudio, publicado en la revista Science Translational Medicine, sugiere que modificar el metabolismo de los lípidos podría servir no solo para combatir la pérdida de visión relacionada con el envejecimiento, sino también para tratar la temida degeneración macular.
Estos saltos científicos dibujan un futuro prometedor en el que millones de mayores podrían conservar o recuperar su autonomía y calidad de vida.
Un tratamiento con células madre ha conseguido restaurar la visión en personas con degeneración macular avanzada debido a la edad, la causa más común de ceguera irreversible en adultos. Por primera vez, pacientes con la forma más grave de esta enfermedad han logrado recuperar capacidad de lectura y visión funcional tras recibir trasplantes de células especializadas. Si se confirma el potencial del tratamiento en humanos, podría cambiarle la vida a los cientos de millones de personas que sufren esta enfermedad en todo el mundo.