Uno de los debates más perennes de la industria del videojuego, casi a la par con el de dificultad versus visión de autor, es el de los remasters y los remakes. Aún hay productos cuya nomenclatura suscita desengaños y desacuerdos entre los jugadores… y se va a enredar aún más. La próxima entrega de la legendaria serie de Yuji Horii, Dragon Quest VII: Reimagined, viene a sacudir esta terminología con una nueva versión de su clásico Fragmentos de un Mundo Olvidado. Desde su anuncio hace unos meses, llamó la atención por su apartado artístico y su reinterpretación de este título, pero es tan solo una parte de lo que esta reimaginación implica.
Hace unas semanas pudimos jugarlo alrededor de hora y media en las oficinas de Bandai Namco, y os podemos adelantar que Dragon Quest VII: Reimagined tiene muchas papeletas para convertirse en uno de los RPGs más destacados del próximo 2026.
Puede que, si no has jugado a las versiones 2D-HD de los tres primeros Dragon Quest, no se perciba demasiada diferencia con respecto a otros juegos del género. Sin embargo, dentro de su propia marca, hay muchísimos elementos que hacen de Dragon Quest VII: Reimagined una propuesta mucho más actual, fluida y, por qué no decirlo, divertida. La historia de Dragon Quest VII: Reimagined, que abandonó hace ya tiempo las tramas del legado de Eddrick, se centra en un grupo de protagonistas encabezado por el joven hijo de unos pescadores, y con una pregunta en la mente que a más de uno le recordará a las aventuras de Sora y compañía: la curiosidad por saber qué hay más allá de su pequeña y confortable isla natal. Sin poder contener sus ansias de aventura, zarpará junto con un grupo de amigos a explorar los límites del océano, pero eso le llevará a un viaje a través del tiempo para salvar al mundo del desastre.

Comenzamos la demo en una aldea en la que está teniendo un ritual para calmar la ira de un dios del fuego que vive en un volcán. Desde los primeros minutos, Dragon Quest VII: Reimagined sorprende tanto con su dirección artística como por sus novedades con respecto a los recientes HD-2D Remakes de la saga. El diseño de sus personajes y su mundo se ha hecho con el planteamiento de un diorama, siendo los protagonistas muñecos del mismo. De hecho, recuerda en no pocas ocasiones al estupendo Fantasian en el diseño de sus escenarios. Es un acercamiento nuevo para la serie, muy diferente del hermoso pixel art de sus últimas entregas, pero también del estilo puramente anime de Dragon Quest XI, su última entrega numerada.
No hay duda de que tendrá tantos amantes como detractores, pero creednos: cuando lo veáis en movimiento, va a ser muy difícil que no os enamoréis locamente de esta nueva dirección. Los diseños del maestro Akira Toriyama brillan con este particular estilo, con unos protagonistas y enemigos con gran variedad de animaciones (hasta cuentan con una animación propia cuando fallan un ataque) y mucha expresividad.
Hay muchos elementos que hacen de Dragon Quest VII: Reimagined una propuesta mucho más actual, fluida y divertida que los HD-2D Remakes
Otra de las enormes fortalezas de Dragon Quest también quedó patente en esta primera toma de contacto: su maravillosa y ejemplar localización al castellano. Como viene siendo habitual en la marca, la adopción de diferentes tipos de acentos y expresiones de nuestra lengua campan a sus anchas por sus poblados y ciudades, y Dragon Quest VII: Reimagined no es una excepción. Si su maravilloso y tontorrón sentido del humor no os saca una sonrisa, seguro que lo hará el encontraros con que en esta aldea inicial comen torreznos. El grupo de personajes también parece tremendamente carismático en estos primeros minutos y, como alguien que no jugó al original, me han dejado con muchas ganas de saber más, tanto de la historia como de sus héroes.

Siguen estando presentes esas sub-tramas y mensajes más oscuros, que contrastan mucho con su aspecto amable y simpático, pero además la trama principal también parece que hará cosas muy interesantes. Especialmente, me ha sorprendido cómo la trama influye en el mundo que exploramos. Los personajes, en las dos secciones de la demo que jugamos, estaban enfrentando cataclismos que amenazaban con destruir el mundo que estábamos pisando en esos momentos… y. de hecho, en un segmento así fue. De repente, el mundo abierto que minutos atrás podíamos explorar a pie quedó totalmente inundado, y tuvimos que desplazarnos en barca hasta el siguiente punto de interés. Dragon Quest VII: Reimagined parece un título que no tiene miedo de juguetear con sus reglas, y eso siempre es interesante.

Una nueva visita al pasado
Otra enorme diferencia con respecto a las iteraciones más recientes es la cámara libre. Para potenciar aún más esa sensación de diorama, tendremos tanto en interiores como en exteriores total control de la perspectiva. Dragon Quest VII: Reimagined nos regala decorados que merece la pena detenerse a explorar y disfrutar. Por supuesto, también hay muchas novedades en el sistema de combate. A nivel visual hay un aspecto que me ha encantado, y es el poder ver los ataques y animaciones del grupo protagonista. En lo jugable, aunque contaremos con un sistema de combate por turnos bastante tradicional, se ha añadido la opción de tener una doble vocación, con sus propias habilidades y fortalezas, entre los que podremos cambiar de forma libre.
Además, cada vocación tiene su propio modo especial, cuyo uso se va cargando conforme avanza el combate. Dada la dificultad del juego, será fundamental que exploremos todas las opciones de estas vocaciones contra determinados enemigos; el jefe que nos esperaba al final de la prueba fue realmente duro, y tan solo un pequeño porcentaje de los que probamos el juego consiguió vencerle.

Aunque no cabe duda de que volvemos a estar ante un título exigente, en Dragon Quest VII: Reimagined vuelven ciertas mejoras de calidad de vida, como la posibilidad de acelerar bastante los combates, dar tácticas a nuestros compañeros y activar las batallas automáticas en base a esas directrices. Además, estamos ante un JRPG por tunos de los que podemos ver a los enemigos en el mapeado, para elegir si queremos o no enfrentarnos a ellos. Incluso está presenta la opción de, si somos lo bastante rápidos o poderosos, hacer un ataque preventivo por la espalda que nos facilite la lucha posterior y hasta derrotarlo de esta forma de un solo golpe. Es un exponente del género muy adaptado a los ritmos y convenciones actuales del género, muy ágil y dinámico, pero manteniendo el toque clásico y sobrio en los menús de la serie Dragon Quest.
La resurrección de la trilogía de Erdrick en 2D-HD ha sido un absoluto éxito de crítica y público, pero a la serie le hacía falta ya una entrega que no se sintiera como parte del mismo pack. Dragon Quest VII: Reimagined es puro Dragon Quest, pero con una actualización de sus mecánicas y su estilo visual que, sin ninguna clase de duda, prometen revalidar en 2026 este estupendo clásico; más concretamente, el próximo 5 de febrero de 2026, cuando se lance en consolas (incluidas Switch 1 y 2). ¿Quién sabe? Quizás el estilo muñeco-diorama es el nuevo 2D-HD, y ha llegado para quedarse en la marca unos cuantos años hasta que sepamos más de ese ilusionante Dragon Quest XII.
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