Llevamos mucho tiempo sin un nuevo juego de Dragon Quest. La saga tuvo el honor de contar con Akira Toriyama, creador de Dragon Ball, para el diseño de personajes y eso lo convirtió en un juego mucho más especial. Ahora se acerca su 40 aniversario y los fans esperan un gran anuncio en los próximos meses, pero pronto llegará Dragon Quest VII Reimagined que ha sido totalmente renovado sin perder nada de su esencia. El juego llegará el 5 de febrero para PS5, Xbox Series X|S, Switch, Switch 2 y PC a través de Steam, pero aquí tienes mis primeras impresiones.

No es el primer remake que recibe el querido juego de Square Enix, pero sí el mejor. Anteriormente se lanzó Dragon Quest VII: Fragmentos de un mundo olvidado a medio camino entre el remake y la remasterización para Nintendo 3DS. En cambio, esta versión es mucho más que un remake porque el juego se ha reimaginado prácticamente por completo como bien apunta su título. La mejora de los gráficos y el estilo visual ya se ve a simple vista, pero también han tocado la jugabilidad.

Los diseños de Akira Toriyama cobran vida en Dragon Quest VII Reimagined

Los más puristas pueden echarse las manos a la cabeza. Al principio no me convencía el nuevo diseño de los personajes que se convierten en marionetas de un diorama, pero hay que reconocer que tiene bastante encanto y no hay un cambio tan brusco entre versiones. Se ha adoptado un estilo chibi que mantiene todos los rasgos que le dio Akira Toriyama hace 25 años y ese es el mayor acierto. Es la identidad de Dragon Quest, al fin y al cabo.

Por supuesto es un cambio que se traslada a las cinemáticas que se han rehecho desde cero, así como los enemigos que ahora tienen un aspecto mucho más realista o, al menos, todo lo que puede permitir este estilo animado. También hay que destacar la iluminación que le da esa mayor profundidad a los entornos tridimensionales. Dragon Quest VII Reimagined es una versión con mucha magia a nivel artístico.

Más flexible con el sistema de vocaciones

En lo jugable no lo sentirás tan diferente, sino que te pondrás rápidamente al día con sus mecánicas. Llegamos a una aldea, donde hay fuertes temblores y nos piden ayuda para llevar a cabo un ritual. Una vez dentro de la cueva, nos encontramos con los primeros combates por turnos contra criaturas fantásticas. El juego siempre tuvo un sistema de vocaciones que ahora tiene algunos cambios importantes: los personajes pueden llevar equipadas dos vocaciones en lugar de una y ya se pueden cambiar en cualquier momento de la partida. Esto ofrece muchas más posibilidades en el juego, ya que no existe esa limitación ni tienes que ir a la Abadía Vocationis para hacerlo.

Lo demás se mantiene más o menos igual, así que a lo largo de la aventura aprenderán nuevas vocaciones y hechizos de las mismas hasta alcanzar el máximo nivel de 8 estrellas. Los conjuros hacen daño elemental, con los que puedes encontrar debilidades de los enemigos para infringir más daño y acabar la batalla cuanto antes. No te conviene que se alargue mucho en el tiempo.

Cuando finalmente llegamos al núcleo del volcán, nos topamos con el primer boss que hace ataques de fuego. El mundo está totalmente conectado, así que hay cierto componente de exploración para conseguir más experiencia, objetos únicos o ingredientes. La historia nos llevó a una gran torre dividida en pisos y ahí un Slime nos pide ayuda en otra misión. Square Enix asegura que Dragon Quest VII Reimagined se mantendrá fiel al material original, pero se han eliminado algunas misiones secundarias que no aportaban mucho y han añadido otras nuevas.

La mejor forma de redescubrir un RPG clásico

De pronto el malvado Gracos, un pez con muy malas pulgas, provoca la subida del nivel del mar, inundando todas las aldeas cercanas. Gracias a un barco, conseguimos salir de la maltrecha torre y se puede navegar por todo el océano en busca de otros secretos. Al grupo se une un anciano que actúa de forma autónoma, pero su ayuda no fue suficiente para acabar con Gracos. No sólo necesitamos más tiempo en esta preview para conseguir experiencia y más nivel, sino que comprobé por las malas que no se puede ir a lo loco contra los jefes.

El objetivo principal será encontrar fragmentos de piedra que abren portales a eras perdidas, cada una con desafíos diferentes, incluso puzles. Merece una mención aparte la localización del juego al castellano, que tiene ese tono rústico y auténtico de pueblo (pero pueblo antiguo) tan divertido. Le va muy bien ese estilo y promete sacarnos más de una sonrisa. Y hay claras mejoras de calidad de vida como la velocidad de los combates o el combate automático.

Ya no es necesario saltar combates a la antigua usanza, sino que se pueden lanzar ataques preventivos para derrotarlos al instante siempre y cuando sean más débiles que el grupo. Eso te ahorrará mucho tiempo en un RPG que puede llevarnos decenas de horas, lo cual lo hace más accesible a los nuevos jugadores. De momento, me ha gustado lo poco que he visto y estoy segura que Dragon Quest VII Reimagined será un redescubrimiento para muchas personas que no lo jugaron en su día.