Ignacio Sánchez Acedo

Miércoles, 19 de noviembre 2025, 12:41

Europa ha curado las heridas de un Granca dubitativo en la ACB y que, ya con el pase a la siguiente ronda de la Champions League asegurado, fija sus miras en lo que le viene en el campeonato doméstico: ni más ni menos que el Barça, ahora de la mano de Xavi Pascual, en el Gran Canaria Arena (domingo, 18.00 horas). Compromiso de lija y exigencia de nuevo ante la afición que viene de soportar lo ocurrido ante el Joventut con ese 78-92 que tanto escoció por Siete Palmas.

Por eso era fundamental no fallar en la visita al Le Mans (88-90), resuelta de manera favorable y trabajadísima, casi siempre a remolque en Francia y con la dosis necesaria de oficio y madurez para sacar el compromiso adelante. Y con el añadido de tener medio equipo ausente. No jugaron Wong, Albicy, Brussino y Tobey y en un día que Jaka Lakovic tenía subrayado en rojo por la necesidad de levantarse, el plan salió bien.

Kuath, celebrando el triunfo en Francia.

Kuath, celebrando el triunfo en Francia.

El técnico esloveno, que espera recuperar a las cuatro bajas mencionadas, quiso exprimir al máximo los efectos de este triunfo, que pretende extrapolar a lo que viene. Habló de un «extra de confianza» de cara al futuro inmediato y, en sus elogios a los protagonistas en la rotación obligada en el Antarés Arena, quiso evidenciar su mensaje de que «cada uno de ellos puede tener mayor impacto en el juego», en clara alusión a la necesidad de ampliar sus opciones y cualificar a los resulsivos a los más habituales.

Una incógnita

Con días suficientes para perfilar detalles de cara a la visita del conjunto azulgrana, el momento anímico repuesto debe ser catapulta para creer en la opción de sorprender al Barça, que viene de encadenar tres victorias consecutivas, entre ACB y Euroliga bajo la dirección de Óscar Orellana, en el ínterin tras la destitución de Joan Peñarroya y la llegada de Xavi Pascual. Ahora bien, este jueves visitan en Turquía al Anadolu Efes, cita en la que, con el estreno del nuevo técnico, o alargan la racha o la ven truncada, según el signo que se dé. Viaje largo, con un día menos de descanso que el Granca y al que tendrán que añadir el consiguiente desplazamiento posterior a la isla. A un ritmo físico alto, si el equipo tiene la opción de poder correr, es un factor a considerar.

Con diciembre en puertas y la certeza de que meterse en la Copa del Rey se va a poner carísimo, avanzar en ese camino requiere ir sacando todo lo que se pueda en casa y el Barça, con el que se comparte el 3-4 que luce ahora en la clasificación, no ha sido ni mucho menos inaccesible. Una oportunidad inmejorable, en suma, para mantener el vuelo y, de paso, apuntarse uno de esos partidos que enorgullecen de manera especial. Le Mans estuvo bien. El Barça, llegado el caso, estaría muchísimo mejor.

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