Cuba enfrenta una epidemia de dengue y chikunguña con 47.125 enfermos ingresados actualmente y unos esfuerzos que hasta el momento han sido «insuficientes», reconocieron este miércoles las autoridades sanitarias.
El Gobierno cubano, que hasta ahora había publicado datos con cuentagotas, ha ofrecido un primer panorama de la magnitud de la situación, calificada por el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán, como el «principal problema» de la isla.
Durán afirmó en la televisión estatal que, solamente este martes, el sistema sanitario registró 1.706 nuevos casos «febriles inespecíficos» –el primer síntoma de dengue o chikunguña–, y que se ingresó por una de estas dos enfermedades a un total de 3.226 pacientes (el 84,1 % en su domicilio).
También aseguró que solo por chikunguña se contabilizan en la actualidad 126 personas hospitalizadas como graves, críticas o en terapia intensiva, y que 19 menores de edad se encuentran actualmente en terapia intensiva y en estado crítico, por complicaciones ligadas a esta enfermedad.
Terreno fértil para las epidemias
La epidemia, palabra que empleó por primera vez el Gobierno la semana pasada para caracterizar al actual brote de estas dos enfermedades, ha encontrado en Cuba terreno fértil para extenderse meses después de que se detectasen los primeros casos el pasado julio en Matanzas (occidente).
Cuba atraviesa una de las más intensas crisis económicas en décadas. Esta situación ha limitado enormemente su capacidad de prevención –principalmente mediante la fumigación masiva contra los mosquitos–, control –con tests para confirmar el tipo de enfermedad– y atención a los enfermos.
Durán reconoció este miércoles que las cifras oficiales no muestran la auténtica realidad, ya que un buen número de enfermos, lamentó, no se atiende en los centros de salud del país.
«Las cifras que se recogen en las estadísticas (…) no siempre se corresponden con la realidad (…) y es que hay muchas personas que no van al médico, no siempre se registra la totalidad de los casos», afirmó.
Las acciones de fumigación han disminuido mucho en los últimos años por la falta de recursos del Estado, principalmente la falta de combustible. Las autoridades también han ligado el brote a la acumulación de basura en las calles, por el notable deterioro de los servicios públicos se recogida.
La sanidad también ha sufrido un importante deterioro en los últimos años. Entre 2021 y 2024 el sistema sanitario perdió un 29% de sus médicos y un 17 % de su personal de enfermería, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
Esto, sumado a los meses de lluvias y el paso del huracán Melissa a finales de octubre –la provincia de Granma, por donde pasó el ciclón, concentra la mayoría de casos actuales de dengue–, ha llevado a que el país enfrente estos virus con falta de «personal» y de «equipo».
El director nacional de Epidemiología reconoció que la infestación del mosquito que transmite el dengue y el chikunguña es considerada «elevada» según los estándares internacionales.
Cuba identificó 15.590 casos de chikunguña entre el 11 de octubre y el 1 de noviembre y acumuló 20.062 en los diez primeros meses del año, según los últimos datos disponibles, proporcionados a EFE por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Esto significa un promedio de 700 casos nuevos diarios.
Con esta cifra total, la incidencia acumulada de chikunguña en Cuba era de 183,43 casos por cada 100.000 habitantes, la mayor en todas las Américas en este año, por encima de Brasil (112,07) y de los promedios del Caribe (43,53) y de todo el continente (26,00).
La OPS advirtió, en base al «análisis epidemiológico y la estratificación de riesgo» realizado por el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de Cuba, que las provincias de La Habana, Matanzas y Cienfuegos (centro), «se mantienen con muy alto riesgo de infección».
Las cifras de dengue también se han disparado este año, de acuerdo a los datos facilitados por la OPS. Entre enero y septiembre se reportaron oficialmente 9.602 casos (con 115 graves y tres fallecidos), casi diez veces más que los 985 comunicados para el mismo período del año anterior (10 graves y sin fallecidos).
La OPS destacó en este punto que, al igual que en 2024, este año «se ha detectado la circulación de los serotipos 2, 3 y 4» del dengue, lo que «puede haber conllevado a un incremento de los casos graves debido a infecciones sucesivas con los diferentes serotipos».