En el pasado Festival de Sitges hemos tenido el placer de entrevistar un año más a Barbara Crampton, leyenda viva del cine de terror. En esta ocasión, lo hemos hecho mano a mano, con nuestros compañeros de La abadía de Berzano.
En los 80 y 90 trabajaste en películas lovecraftianas con Stuart Gordon, aunque apenas conocías a Lovecraft en aquel entonces. Sin embargo, en los últimos diez años has vuelto a su universo por decisión propia, como actriz y productora, en películas como Sacrifice, Glorious, Suitable Flesh o el remake de Castle Freak. ¿Ha cambiado tu relación con Lovecraft, o qué es lo que te mantiene vinculada al escritor?
Quería seguir trabajando en películas basadas en la obra de H. P. Lovecraft, porque siento que, de algún modo, forman parte de mi legado y de mis inicios en la industria. Y deseaba hacerlo, especialmente, con una película como Suitable Flesh. Stuart Gordon nos dejó demasiado pronto. Cuando falleció, hablé con Dennis Paoli, su colaborador habitual y guionista de muchas de sus películas, y le pregunté: “¿Quedó algún proyecto pendiente entre tú y Stuart, algo que fuera vuestro proyecto de ensueño?”. Me envió el guion de La cosa en el umbral (The Thing on the Doorstep). Lo leí y pensé: “¡Me encanta esta historia!”. Era una película que Stuart había querido rodar durante mucho tiempo, pero nunca consiguió financiación. Además, él quería que yo interpretara el papel principal.
Cuando decidí que quería hacer la película, comprendí que necesitaba una estrella de cine que me acompañara, así que pensé en Heather Graham; parecía un papel apropiado para ella, y además su presencia ayudaría a conseguir el dinero. Me puse en contacto con su agente; Heather leyó el guion y le gustó mucho. Aun así, yo seguía queriendo formar parte de la película, por lo que asumí un papel secundario. Siento que seguir explorando el universo de Lovecraft formaba parte de mi legado, y también del que construí junto a Stuart.
Tu carrera podría dividirse en dos etapas: la de los 80, como Scream Queen en películas de serie B, y esta nueva etapa desde 2015, en la que has regresado con fuerza como actriz y productora, con más control creativo. ¿Qué ha significado para ti esa evolución?
Adoro tener más control. Me encanta poder elegir los proyectos en los que realmente creo, y hacerlo además desde el rol de productora. Personalmente, creo que tengo buen gusto para las películas, y hay cintas que realmente quería sacar adelante, como Jacob’s Wife, Beyond the Gates y Suitable Flesh. Estas películas significan mucho para mí. En especial Jacob’s Wife.
Una película estupenda, si me lo permites.
¡Gracias! Es mi película favorita de todas las que he hecho. Me encantó su mirada sobre el matrimonio, y también el hecho de que mi personaje me permitiera encarnar una figura clásica del cine de terror. Siempre había querido hacerlo, pero nunca se había dado la oportunidad. En Jacob’s Wife, por fin pude convertirme en vampira, y eso hizo que el proyecto cobrase un significado muy especial para mí, en muchos niveles. Además, estoy muy orgullosa del resultado.
Así que, volviendo a la pregunta, sí, creo que deberían darme más películas y más dinero (risas), porque confío en mi criterio para elegir buen material. Tengo varios proyectos en mente que me encantaría realizar, y espero poder hacerlo, para así dejar también un legado como productora, no solo como actriz. En fin, muchas gracias por tu apreciación. Todos crecemos, aprendemos y, con suerte, mejoramos como personas, como artistas y como cineastas.
Antes de pasar a Re-Animator, me gustaría saber qué ocurrió entre ambas etapas. Entre los años 90 y 2015 adoptaste un perfil más bajo, participando en productos directos a vídeo y televisión. ¿Fue una elección personal o un reflejo de cómo estaba la industria en ese momento?
Más bien lo segundo. Creo que así funcionaban las cosas en aquella época. En los años 90, el mercado del vídeo estaba en pleno auge, y buscaban películas que fueran directamente a ese formato. Todo el mundo alquilaba cintas en Blockbuster, así que lo que querían era seguir sacando películas sin parar. Esa etapa de mi carrera tuvo mucho que ver con este fenómeno, con hacer más y más películas, sin tanto énfasis y mimo en el aspecto artístico. Ahora, en cambio, creo que hemos vuelto a una mentalidad más centrada en la artesanía, en el cuidado del cine. Es lo que estamos viviendo.
Se dice que la primera versión del montaje de Re-Animator duraba más de dos horas y media. ¿Recuerdas escenas que se eliminaran y te hubiera gustado ver en la versión final?
Esa es una muy buena pregunta. Ojalá pudiera decirte más. Aunque, en realidad, debería hacerlo, porque existe una versión alemana muy larga de la película, que creo que dura unas dos horas y media, y que podría incluir todo ese material desechado. Necesito verla algún día.
No estoy del todo segura de cuáles fueron las escenas que se eliminaron, pero sí recuerdo que había un aspecto de la historia que apenas quedó insinuado y no se desarrolló del todo. Era cuando el Dr. Hill actuaba como una especie de Svengali, manipulando la mente de los personajes. Tengo algunas escenas con él en las que me habla, y me encantaban, porque se veía cómo empezaba a dominarme. Después también toma el control de la mente de mi padre, cuando es reanimado, y él va a buscarme a la casa y me lleva de vuelta. Había una escena en el sótano, antes de que Herbert West le corte la cabeza, en la que parece que Herbert está bajo su control. Ese tema aparecía más en la versión larga, pero decidieron eliminarlo para simplificar la historia y que el público pudiera concentrarse mejor en lo esencial. Creo que, en general, todas las escenas eran un poco más largas y tenían más desarrollo. Pero ya sabes cómo es esto: después de hacer una película, pones todo lo que tienes y luego vas quitando cosas poco a poco hasta que queda la versión final.
Antes de rodar hicisteis varios ensayos con el reparto en tu apartamento. ¿Cómo influyó el enfoque teatral de Stuart Gordon en el trabajo con los actores y en los propios resultados de la película?
Como sabes, Re-Animator fue la primera película dirigida por Stuart, que hasta entonces solo había hecho teatro. Pero también fue la primera película de muchos de nosotros. Fue mi primera película, y también la de Bruce y la de Jeff. Y, como dices, la ensayamos en el salón de mi apartamento durante tres semanas. Siendo director de teatro, Stuart quiso que ensayáramos la película. Yo estaba recién llegada a Hollywood y pensaba: «Así que esto es lo que hacen los actores de cine. Ensayan las películas». Pues no. Nunca me ha vuelto a pasar en mi carrera. Pero creo que es una de las cosas que hace que la película sea tan buena, porque estábamos metidos en nuestros personajes, teníamos una comunicación muy fluida entre nosotros y pudimos ser bastante libres, porque habíamos ensayado mucho, habíamos estudiado los papeles y estábamos muy compenetrados. Creo que esa es una de las cosas que hacen a Re-Animator tan especial.
Has coincidido con Jeffrey Combs en varias películas, además de Re-Animator. ¿Esa química que se percibe entre vosotros en pantalla, existe también fuera de ella?
Jeffrey tiene una personalidad intensa, con unas convicciones firmes y una visión muy propia del mundo. En ese sentido, se parece bastante a Herbert West. No se anda con rodeos. Pero también tiene otro lado, mucho más cálido y divertido. He tenido la suerte de compartir con él una larga amistad durante muchos, muchos años, además de muchas experiencias profesionales.
¿Por qué no participaste en La novia de Re-Animator?
Después de que la primera película fuera un éxito, todos dijeron: “Tenemos que hacer otro Re-Animator.” Stuart Gordon escribió un guion, pero el que era entonces su agente le dijo: “No deberías hacer una secuela. Eso está por debajo de ti. La gente no hace secuelas, así que no hagas una.” Fue un mal consejo, obviamente, porque solo hay que mirar a todas esas franquicias de cine de terror como Saw u Hostel. Entonces, Brian Yuzna, el productor, se dio cuenta de que no podía dejar ese dinero sobre la mesa. «Tengo que hacer otra película. ¿Pero cómo?” Entonces le dijo a Stuart: “Usaré tu guion y la dirigiré yo.” Pero Stuart respondió: “Bueno, será mejor que me pagues por ese guion o no podrás usarlo.” No sé bien cómo fue la historia, pero Brian sintió que era demasiado dinero o quizá pensó simplemente que podía hacerlo él solo. Así que dijo: “Está bien. Voy a escribir mi propio guion.” Se suponía que yo sería la novia en la versión de Stuart, y maldigo que nunca se hiciera, porque realmente quería ser la novia. Pero el caso es que Brian escribió un nuevo guion y lo ambientó en la guerra, en el campo de batalla, y contrató a mi amiga Kathleen Kinmont, a quien adoro y es mi buena amiga. Y esa acabó siendo la versión que se hizo de Bride of Re-Animator.
En Replace interpretas a la doctora Rafaela Crober, una especie de versión femenina de Herbert West. ¿Sentiste que, de algún modo, estabas cerrando un círculo?
Sí, claro. De hecho, ya en Re-Sonator interpretaba a una científica que se volvía loca. Replace fue una película más pequeña, y efectivamente, también presenta a una doctora con un lado oscuro. Recuerdo que el director, Norbert Keil, me dijo: “Eres una científica desquiciada y manipuladora que juega a ser Dios”. Muy en la línea del personaje de Jeffrey Combs en Re-Animator. Me lo paso genial interpretando a villanos, ¿sabes? A medida que pasan los años, me atraen cada vez más este tipo de papeles. Son realmente divertidos. Me gusta poder moverme entre registros, no quedarme siempre en el mismo tipo de personaje. Lo curioso es que el papel del Rafaela en Replace estaba originalmente escrito para un hombre. Luego decidieron que lo interpretara yo, lo adaptaron, y eso le dio una dimensión completamente distinta. Me recordó a una de las primeras películas de terror que vi de niña, Los ojos sin rostro (Eyes Without a Face). Es muy inquietante. Replace tiene algo de esa misma atmósfera.
House of Re-Animator iba a ser una sátira a la administración Bush. ¿Crees que, dado el contexto político actual, sería un buen momento para reanimar el proyecto?
Ya… bueno, ahora tendría que tratar sobre Donald Trump, y no me gusta Trump. Prefiero no hablar de él, me parece repugnante. No sé… además, Stuart Gordon ya no está aquí para dirigirla. House of Re-Animator… uff, dudo que lleguemos a hacerla algún día. Creo que tuvo su momento. Yo iba a interpretar a Laura Bush, y William H. Macy iba a hacer del personaje de George Bush. Íbamos a ser cadáveres reanimados, ¿sabes? Zombis viviendo en la Casa Blanca. Aunque, ahora que lo pienso, Trump ya es una especie de zombi, así que, en cierto modo, House of Re-Animator ya “ocurrió”. Tenemos a un monstruo en la Casa Blanca. No sé, veremos que nos deparan los próximos años.
Al margen de ese proyecto congelado… ¿Crees que Re-Animator podría regresar en el futuro? Han pasado ya más de veinte años desde la tercera y última entrega de la saga.
A lo largo de los años, mucha gente le ha dicho a Brian: “Hagamos otra película.” Universal, Lionsgate, Shudder… Pero nadie ha podido cerrar un trato lo suficientemente bueno como para que a Brian le guste. He hablado con él y le he dicho: “Todos nos estamos haciendo mayores. Tenemos que hacer algo, porque no vamos a estar aquí siempre. Tus hijos no están en el negocio, y cuando mueras, ¿qué va a pasar?” Eso es algo que me inquieta e intranquiliza. He sido productora durante varios años y en los últimos meses le he estado diciendo: “Mira, puedo traer a algunas personas, te reúnes con ellos y haces una serie de televisión”. Presenté a Brian a personas de muy alto nivel que hacen televisión, pero él no está contento con lo que le ofrecen. No sé si es porque Brian quiere dirigir la serie. No lo sé. Es su propiedad, le pertenece, y no ha estado contento con ninguno de los acuerdos. Así que eso sigue ahí, en suspenso. Recientemente le dije: “Bueno, Brian, ya sabes, es de dominio público. Alguien va a hacer algo con ello. No harán una versión del Re-Animator original ni de su historia, pero alguien hará algo.” Así que lo que es seguro es que esta historia continuará. Pero yo no me doy por vencida, porque quiero estar involucrada en lo que venga después. Solo que no sé si podré hacerlo con la película original de Brian, o tengo que volver al material original. Esto forma parte de mi legado. Como dije antes, Lovecraft es parte de mi legado. Produje Suitable Flesh porque amo a Lovecraft, y Stuart había querido hacer Suitable Flesh. Estas historias de Lovecraft significan mucho para mí. Me siento muy cómoda con ellas. Siento que son parte de mi ADN. Lovecraft me dio mi carrera, Stuart me dio mi carrera. Y Brian, tú, y todos los que habéis visto Re-Animator. Y quiero mantener esto vivo. Así que estoy intentando hacer algo, pero aún no sé el qué exactamente.
Por Jedediah.