A pocas horas de que expire el plazo para presentarse al concurso público de la nueva TDT en abierto, comienzan a definirse quiénes serán los principales candidatos. Las informaciones recopiladas por THE OBJECTIVE en varias fuentes del sector audiovisual indican que finalmente se presentará a la licitación un consorcio de empresarios afines al Gobierno, con lo que Moncloa conseguiría asegurarse que la televisión que se ponga en antena sea cercana a Pedro Sánchez.

El consorcio —que tiene de plazo para presentarse hasta este jueves 20 al mediodía— estaría constituido por algunos empresarios españoles, muchos de ellos alejados del mundo audiovisual, pero cercanos a la órbita del PSOE. Dentro de ellos, en principio no estarían representados en el capital los impulsores de la cadena de TDT que intentó lanzar en Prisa el ex director de contenidos de la compañía, José Miguel Contreras, pero no se descarta que algún accionista de esta compañía, como Andrés Varela, Diego Prieto o Adolfo Utor, estén presentes.

Sin embargo, el grueso de la inversión y el know-how industrial vendrá de un grupo extranjero. Sería además el apoyo que exige el concurso, acreditando que detrás de la sociedad participante hay un conglomerado audiovisual. En este sentido, algunas fuentes consultadas apuntan al grupo belga-holandés DPG Media, la mayor compañía de medios de comunicación de los Países Bajos, con múltiples marcas nacionales y regionales en periódicos, radio y medios online y televisión. Sería la mejor opción, aunque otras fuentes siguen insistiendo en la marca CNN.

Por otro lado, también se habla del interés de la portuguesa Media Capital, el primer grupo de televisión de este país. La compañía fue adquirida por un grupo de inversores privados a Prisa en 2020. Y el hecho de que ya gestionen la marca CNN en el país luso desde 2021, hace que puedan ganar enteros. Esto encajaría con el objetivo inicial del Gobierno de tener una cadena de televisión centrada en actualidad con tertulias e información, en la que colocar los mensajes al estilo de lo que hace actualmente en La 1 de TVE.

Las fuentes consultadas también apuntan a que otro de los interesados es el grupo Squirrel, corporación audiovisual que ya adquirió a Vocento sus frecuencias de televisión en abierto y que actualmente tiene una cadena propia en antena. Incluso hay quien indica que podrían ir en sociedad con la propia Media Capital.

Respecto de los dos gigantes audiovisuales: Atresmedia y Mediaset, hasta el cierre de este artículo no tenían decidida su postura oficial, aunque en el sector se da como seguro que la cadena italiana sí que se presentará. En contra está el hándicap de tener seis y siete cadenas de televisión cada una y que uno de los principales objetivos con la nueva licencia es aumentar la pluralidad.

Prisa y Telefónica

Por otro lado, este diario ha podido confirmar que otros grandes grupos no se presentarán. Es el caso de Prisa, que lo ha descartado completamente por considerar que es un negocio que solo puede generar endeudamiento. Precisamente el rechazo del presidente de la compañía, Joseph Oughourlian, al proyecto de televisión de Contreras fue el germen de la guerra del grupo que en los últimos meses ha enfrentado a sus principales accionistas.

Otro de los que no se presentará será Telefónica. En el sector se especulaba con que la compañía de telecomunicaciones podría pujar por la televisión en abierto a través de Movistar+, pero la operadora nunca ha estado interesada y se descarta totalmente entrar en la puja que empieza este jueves. Una TDT iría en contra de la disciplina financiera que ha establecido la compañía en su nuevo plan estratégico.

Blas Herrero

El empresario Blas Herrero, dueño de Kiss Media, es otro de los que se baja del concurso. Según ha indicado a este diario, la actual situación económica del sector y la presión de los grandes grupos audiovisuales sobre un mercado publicitario a la baja, hacen imposible que salgan los números que permitan presentarse con unas mínimas garantías. Y ello pese a que hasta último minuto la opción estuvo sobre la mesa.

Los requisitos para optar a la licencia son un aval bancario por valor de seis millones de euros; que las empresas participantes hayan obtenido al menos 2,5 millones de euros en ingresos relacionados con servicios audiovisuales en los tres años anteriores; en el caso de nuevas compañías con menos de cinco años de antigüedad, se podría cumplir este requisito a través de alguno de sus socios con poder de decisión. En todo caso, si el Gobierno —a través del Ministerio de Transformación Digital de Óscar López— determina que no hay ofertas necesarias, no se descarta ampliar el plazo del concurso.