A la misma velocidad con la que se ha ganado un lugar en el Atlético sin dejar la más mínima duda a que pudiera haber sido aupado por su apellido, Giuliano deja rivales por el camino con arrancadas plenas de potencia y fe que le convierten en uno de los mayores argumentos de los rojiblancos. Aunque da vértigo ver cómo ha pasado de idolatrar a su padre a seguir sus pasos, el pequeño de los Simeone no tiene prisa, tampoco pausa, en su propósito de que el sueño que ya ha alcanzado siga creciendo sin barreras.

¿Para qué necesita Giuliano un coche Hyundai con lo que vuela en el campo?

Obviamente, para ir y venir al Cerro del Espino al entrenamiento, pasear cuando se tienen tiempos libres y estar acá en el Atlético de Madrid yendo a todos los lugares.

¿De dónde le viene esa velocidad que le hace uno de los jugadores más rápidos de LaLiga? Su padre no era tan veloz…

Bueno, trabajo mucho en la velocidad, en la técnica de carrera, siempre me ha gustado correr mucho desde chiquito y siempre me ha gustado entrenarlo. Técnicamente, en la braceada y en todo lo que sea la explosividad en las piernas para poder correr lo más rápido posible y tener esa ventaja en el campo.

Un trabajo duro que se refleja en el campo con esas arrancadas que muchas veces culminan en asistencias o goles.

Como dije, siempre trato de trabajar en el día a día y en los entrenamientos para crecer, ser mejor jugador y darle al Atlético de Madrid mi 100% e intentar siempre llevarlo a lo más alto. Y de ahí intentar siempre mejorar en cualquier defecto que tenga o explotar también mis virtudes: como dije antes en mejorar la velocidad en la braceada o en ser más explosivo para usar eso en el campo y que pueda darme una ventaja.

¿Qué hay más en la explosión de Giuliano, virtudes o fe?

Creo que todos los jugadores tenemos tanto virtudes como defectos. Los mejores del mundo son los que explotan sus virtudes y ocultan sus defectos pensando y mejorando cosas. Y de ahí creo que Giuliano tiene que seguir mejorando en cosas para elevar su nivel y ser mejor jugador.

Habla de ocultar los defectos… ¿qué es lo siguiente en lo que se centra para mejorar y seguir creciendo?

Como digo, por supuesto que hay cosas para mejorar. Creo que la técnica sobre todo, el golpeo y la definición para hacer más números. Y en eso voy a trabajar en el entrenamiento mucho para seguir mejorándolo y poder ser mejor jugador.

Se propuso ser futbolista profesional y lo consiguió, soñó con ser futbolista del Atleti y lo logró, puso de su parte para convencer a Julián el pasado verano y aquí está. ¿Qué es lo próximo que se le ha metido en la cabeza?

El siguiente reto es entrenar mañana, pensar en el Getafe y en cómo sumar los tres puntos, en seguir mejorando en los entrenamientos y en el día a día con todo lo que se pueda y de ahí ir paso a paso con los pies sobre la tierra y seguir mejorando.

En esas conversaciones de los Simeone con sus hermanos y su padre, ¿hay pique de quién va a jugar más partidos en el Atlético de Madrid?

Giuliano yo creo que es un chico que recién arranca, no me gusta mucho comparar entre personas y quiero hacer mi camino como lo dije antes y ser obviamente mejor jugador en cada cosa que se pueda y de ahí en adelante el destino lo dirá. 

Pero seguro que en esa ‘mesa chica’ alguna vez le habrá vacilado a su padre con que puede ganar el Mundial que él no consiguió…

Bueno, él jugó mucho, tiene una gran carrera como jugador y ojalá hacer una carrera tanto como la de él como la de mi hermano. La mía recién arranca, creo que llevo dos años en Primera y tengo que seguir mi camino con mucho trabajo, también con humildad, para seguir creciendo y dando paso a paso

Fue recogepelotas en el Calderón, ahora es futbolista en el Metropolitano… sólo le queda conocer Neptuno con algún título.

Ojalá, sería un sueño para mí llegar a ganar algo con el Atlético de Madrid. Siempre soñé con jugar aquí y según vas dando pasos los sueños se hacen cada vez más grandes. Así que ojalá algún día podamos estar ahí.

Usted se crio idolatrando a Griezmann y Koke, ¿crecerá ahora su sobrino Faustino aspirando a ser algún día como Giuliano y Barrios?

Sí que crecí viendo mucho a Koke, Antoine, Falcao, Diego Costa y a muchos jugadores que pasaron por acá y que fueron grandes jugadores y muy importantes y creo que tenerlos hoy en día en el entrenamiento o estando cada día apoyándonos o dándonos consejos para mejorar es algo increíble. Y Faustino, que hace poquitas semanas que nació y que obviamente ya es del Atlético, esperemos que siga viendo mucho fútbol.

¿Qué queda de aquel chaval al que su padre y el Mono Burgos le enseñaban a tirar faltas en el Calderón? ¿Se imaginaba por entonces llegar a donde está hoy?

Yo veía muy lejos estar en el Atlético de Madrid. Jamás me imaginaba llegar al punto de jugar en el primer equipo. Sí que era un sueño por el que luchaba cada día, pero jamás me imaginaba estar hoy defendiendo la camiseta del Atlético de Madrid. Así que muy contento por lograr ese objetivo y ojalá que siga por mucho más.