Jueves, 20 de noviembre 2025, 09:40
La salida de Alessandro Lecquio de Mediaset se ha resuelto en cuestión de horas. El grupo audiovisual y la productora Unicorn Content, responsable del programa ‘Vamos a ver’, ejecutaron su despido después de revisar la documentación judicial entregada por Antonia Dell’Atte, que certifica —según adelantó El País— que las denuncias por violencia de género contra el aristócrata fueron probadas hace más de dos décadas.
La decisión llega un mes después de que la exmodelo relatara públicamente en una entrevista el maltrato sufrido durante su matrimonio. Dell’Atte recordó entonces que la primera agresión se produjo al regresar de la luna de miel, cuando ella estaba embarazada. «Me dijo que ya no me llamaba Antonia Dell’Atte, que era la condesa Lecquio. Le respondí que no, que seguía siendo yo, y ahí llegó la primera patada. Decía que destruiría mi nariz para que no fuera guapa», denunciaba.
Tras conocerse su testimonio, Mediaset convocó a Dell’Atte para revisar la documentación judicial, donde se acreditaba la llamada *exceptio veritatis*: que los hechos denunciados eran veraces. Tras ese encuentro, la cadena decidió prescindir de Lecquio «en menos de 24 horas».
La reacción de la italiana ha sido inmediata. Entre lágrimas, enviaba un mensaje al programa ‘No somos nadie’ en el que se mostraba eufórica: «Estoy contentísima. Han sido 38 años y toda la prensa cómplice. Lo he hecho sola, solo me ha ayudado Dios. Hoy me he despertado y Él me ha dicho: ponte la corona de la victoria».
La celebración de Antonia Dell’Atte
En declaraciones posteriores, Dell’Atte pidió a periodistas y medios que «persigan al maltratador y a los cómplices», asegurando que celebraría la noticia «con un vaso de vino» junto a su hijo Clemente.

En ‘La Vanguardia’, la exmodelo quiso agradecer expresamente la decisión de la presidencia de Mediaset. «Les entregué toda la documentación, vieron la exceptio veritatis y han actuado. Finalmente, hasta Ana Rosa Quintana ha tenido que rendirse», subrayó.
No obstante, Dell’Atte lamentó que Lecquio nunca haya reconocido el daño causado. «Solo hubiese necesitado una frase: ‘Discúlpame, Antonia, perdóname por el daño que te he hecho’. Con eso y si hubiera recuperado la relación con un hijo al que no ve desde hace 15 años, hoy no estaríamos aquí», concluyó.
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