Lo primero que destaca el escultor Óscar Martín del proyecto para hacer de Burgos capital europea de la cultura en 2031 es que implica a toda la ciudad. «Ahora que está todo tan polarizado, una iniciativa común puede ser muy útil para que nos sintamos parte del grupo; que juntos podemos conseguir grandes cosas», dice, subrayando que también es una oportunidad: «Tenemos grandes pilares sobre los que establecernos, como es todo el patrimonio mundial -la Catedral, el Camino y Atapuerca- pero visibilizar que Burgos es una ciudad con gran energía creativa, fuerza y valores puede ser un revulsivo».
Apunta Martín que la experiencia de Burgos 2016 debe servir «para aprender», porque, dice, entonces «no se tuvo en cuenta el gran potencial de talento que tenemos aquí». Así, lamenta que «el presupuesto se fue en artistas invitados, incluso para la dirección de la candidatura se trajo a una persona de fuera. Eso contiene, para mi gusto, una especie de desconfianza. Y es importante confiar en que somos capaces. Claro que se puede invitar a otras personas, pero es el momento de demostrar lo que tenemos en Burgos».
Por esta razón cree el escultor que esta nueva carrera hacia la capitalidad cultural debe apoyarse en lo local y dedicarle recursos. «Así, aunque se dé el caso de que haya otra ciudad cuyo proyecto convenza más, podremos decir: no lo hemos conseguido, pero hemos ganado. ¿Por qué? Porque hemos invertido en nuestro talento, para que se consolide, crea en sí mismo y se desarrolle a otro nivel más nacional e internacional», comenta, subrayando este último matiz: la creación de esos artistas o grupos respaldados al amparo de 2031 permanecerá, con independencia de la capitalidad, «y puede exportarse luego a otros lugares, por lo que también se lleva la imagen de Burgos a esos otros lugares».
En 2016 no se tuvo en cuenta el gran potencial del talento local. Y es importante confiar»
Martín defiende que se trata de «buscar quiénes son los mejores y qué pueden aportar», distinguiendo entre profesionales consolidados, debutantes y aficionados. «Tenemos un gran patrimonio histórico y está bien ‘vivir’ de nuestros antepasados, porque son nuestras raíces, pero hay que mostrar un presente, que es el que va a definir el futuro», afirma, matizando que ese enorme capital artístico y cultural que se ha generado a lo largo de los siglos es, junto al carácter de los burgaleses, la gran baza. «Dicen que somos fríos, pero somos personas muy hospitalarias. Y cuando nos unimos, somos capaces de generar una energía muy amorosa y calurosa. Ese es un valor principal: los burgaleses apoyamos a los burgaleses».
De ahí que Martín solo encuentre un aspecto que puede jugar en contra de la candidatura: «No tendríamos que poner la zancadilla ni caer en la crítica, sino tratar de poner lo mejor de nosotros mismos. Es una oportunidad de comunidad; que alguien saque sus heridas para ponerlo en contra de los demás sería la única debilidad, si ocurriera».
En dos palabras
Somos fuertes en… Nuestro patrimonio mundial es «gran pilar», pero también el talento local y el carácter de los burgaleses. «Cuando nos unimos, somos capaces de generar una energía muy calurosa», afirma.
Hay que trabajar en… La implicación de toda la ciudadanía para evitar caer «en la crítica» e ir todos a una. «Es una oportunidad de comunidad; que alguien saque sus heridas para ponerlo en contra sería la única debilidad, si ocurriera».