Marta Sánchez está muy orgullosa de sus raíces madrileñas. A pesar de eso, la cantante pasa largas temporadas en Gran Canaria, un paraíso que descubrió hace más de cinco años, cuando comenzó a salir con su novio, Federico León, quien es canarión. Ahora, Marta divide su vida entre la capital —donde se desarrollan la mayoría de sus compromisos profesionales— y la isla, lugar en el que ha encontrado su rincón de paz y que, sobre todo, sirve como su refugio creativo y emocional, como ella misma ha confesado en alguna que otra ocasión.

La cantante ha manifestado, en varias ocasiones, que se siente «como en casa» cuando está en Canarias. No se trata solo de un lugar de vacaciones: la cantante aprecia la tranquilidad, el clima y el estilo de vida de las islas, que le permiten desconectar de la intensidad de su carrera en Madrid. Sus publicaciones en Instagram —donde tiene miles de seguidores— muestran fotos de paisajes, playas y paseos por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, reflejando un cariño genuino por la región.

La pasión de Marta Sánchez por Canarias

Su relación con Canarias se intensifica a través de su pareja, Federico León, que es canario. Su residencia en la isla no es meramente temporal: durante periodos prolongados, como el confinamiento por la pandemia, pasó allí largas temporadas junto a su hija Paula. Esto refuerza que su vínculo con las islas tiene un componente familiar muy importante, convirtiendo la isla en un «hogar lejos de casa» donde puede combinar vida familiar y momentos personales. Es más, cuando estalló la pandemia por el Covid y su posterior confinamiento, la cantante decidió hacer las maletas y marcharse, junto a su hija, a Canarias, lo que ha hecho mella en su vida.

Aunque no se integra de forma pública en eventos masivos o sociales, Marta ha mostrado en entrevistas su afecto por la cultura local y los espacios emblemáticos de Canarias. Participa en actividades locales de manera discreta y disfruta de la gastronomía, el clima y los espacios naturales, mostrando respeto y admiración por la vida isleña. De esta manera, Canarias funciona para Marta como un refugio creativo y emocional. La calma de la isla le permite enfocarse en su vida personal y también preparar proyectos profesionales en un ambiente relajado, lejos del bullicio de la vida urbana y mediática de Madrid.

En Canarias, además, la cantante aprovecha para hacer ejercicio, cocinar, compartir momentos familiares, lo que indica que no ha sido solo una visita fugaz, sino una estancia estable durante ese periodo. En una entrevista para Europa Press, Marta confesó que Canarias ha sido «un regalo» y que siempre ha sido un lugar «muy especial». Es más, habló que había pasado largas temporadas en la isla y que llegó allí con su grupo Olé, Olé cuando todavía era «una chiquilla». En sus redes sociales, la cantante también ha mostrado su amor por el territorio canario: «Un poquito de calma canaria… que me lo he ganado». Además, hace unos días, en ¡Hola!, confesó que ha vivido en su vida momentos especialmente complicados, pero que Canarias le ha brindado un refugio emocional muy importante.

Su novio, Federico, es de Gran Canaria

Marta Sánchez y Federico León comenzaron su relación hace varios años, aunque se mantuvo discreta durante sus primeros meses. Federico es un empresario canario, y su vínculo con Marta no solo ha sido romántico, sino también geográfico: gracias a él, Marta ha pasado largas temporadas en Canarias, lo que le permite disfrutar de la tranquilidad de la isla y equilibrar su vida personal con la profesional. Desde el inicio, la pareja ha buscado un perfil bajo en medios, evitando apariciones públicas constantes y filtrando muy poco sobre su día a día.

Como ellos mismos han mostrado, la relación combina momentos familiares y de intimidad. Durante el confinamiento por la pandemia, Marta estuvo en Canarias junto a Federico y su hija Paula, viviendo en la casa de su pareja. En ese tiempo, se informó que la rutina de la cantante incluía ejercicios, cocina casera y paseos, mostrando una vida doméstica y tranquila. La convivencia con Federico ha permitido a Marta disfrutar de un entorno estable y seguro, alejándose del bullicio de Madrid y de la presión mediática que la acompaña desde su carrera musical.

En todo este tiempo, Federico se ha convertido en un apoyo constante para Marta. Su relación se basa en la confianza y la comprensión mutua. Marta ha mencionado en redes sociales y entrevistas que su pareja le aporta calma y equilibrio, algo que ella valora profundamente tras años de vida pública intensa y con altibajos personales. Este apoyo ha sido especialmente importante para la cantante en momentos complicados, como la gestión de su vida familiar y profesional, y la crianza de su hija Paula.

Quién es Federico León

Marta Sánchez junto a su pareja, Federico León. | Gtres

Uno de los rasgos más claros de su relación es la discreción. La pareja evita la sobreexposición mediática y prefiere mantener sus momentos íntimos fuera del foco. Esto no significa ausencia de cariño, sino todo lo contrario; la relación es bastante sólida y basada en el respeto, con la libertad de cada uno para mantener su vida profesional y personal. La discreción también les permite disfrutar de Canarias y de su vida familiar sin interferencias externas.

Tal y como publicó Vanitatis en su momento, Federico es uno de los fundadores de la empresa Do The Right Thing, dedicada a la consultoría de marketing, comunicación, imagen y relaciones públicas para marcas. Este negocio conecta con su interés por la creatividad y los eventos, y es parte central de su actividad profesional. También, tiene una empresa llamada Ruido Las Palmas S.L., con sede en Gran Canaria, que se dedica a la comercialización de carpas y equipos de sonido e imagen para eventos. Es un negocio claramente vinculado al sector del ocio y los eventos, con una base técnica muy potente. Otro de sus proyectos es DiLight, una compañía de iluminación de eventos. Federico es CEO de esta empresa, que suministra equipos de iluminación a restaurantes, espacios de ocio y otros negocios. Por ejemplo, ha proporcionado iluminación para locales tan reconocidos como el Asador Donostiarra o el restaurante Kabuki Wellington.