Si hay un jugador en la NBA con el que se han cebado las lesiones en la época actual, ese es Dante Exum. El base, desgracia tras desgracia y con incursión incluida en el Viejo Continente, sufre en su enésima cita con la mala suerte y se perderá el resto de la temporada al someterse a una cirugía en la rodilla. Así lo ha anunciado Shams Charania (ESPN), que confirma que el talentoso jugador no levanta cabeza y que verá el resto del curso baloncestístico por televisión. Algo que también provoca una nueva punzada de dolor en su equipo actual, unos Mavericks a la deriva que lo único que hacen es acumular reveses. Especialmente desde que Luka Doncic puso rumbo a los Lakers el pasado 1 de febrero.

Dante Exum (de 30 años, con 196 centímetros de altura) fue una promesa, considerado uno de los jugadores más prometedores de su generación. Elegido en el puesto número 5 de la primera ronda del draft de 2014, el base pasó por los Jazz y los Cavaliers, pero no terminó de encontrar su hueco en la mejor liga del mundo. Por eso puso rumbo a la Euroliga, enrolándose primero en las filas del Barcelona y posteriormente en las del Partizán. En 2023 regresó a la NBA, donde fue parte de los Mavericks y compartió equipo con Luka Doncic, además de jugadores de la talla de Kyrie Irving o, en los últimos tiempos, de un Klay Thompson venido a menos.

Sin embargo, las lesiones siempre le acompañaron. En la 2023-24, año en el que los Mavericks se colaron en las Finales de la NBA por obra y gracia de Doncic (perdieron 4-1 ante los Celtics), sólo pudo disputar 55 partidos debido a distintos problemas físicos, y aunque estuvo presente en playoffs su protagonismo se redujo considerablemente. En verano de 2024 se lesionó de la muñeca y acabó pasando por el quirófano, por lo que sólo pudo saltar a la pista en 20 encuentros. Este año se las prometía felices, pero se lesionó de la rodilla, y aunque al principio se trataba de un tratamiento conservador, ha tenido que pasar por el quirófano y se perderá lo que queda de temporada.

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Con 30 años y el eterno historial de lesiones que padece, va a ser difícil ver al Exum que se hizo un nombre en su Australia natal, donde destacó antes de dar el salto a la NBA. Su capacidad atlética se ha reducido y su mejora en triples en las dos últimas temporadas es anecdótica. Con un papel cada vez más recudido, su futuro es una incógnita. Algo desolador para un base que con su selección fue subcampeón del mundo en 2012 y bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. Y del que se esperaba mucho sin ser eso finalmente posible por culpa de las desgracias que se han cebado con su persona y que sólo le han permitido hacer gala de su talento en momentos puntuales. La otra cara del deporte.

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