El carismático actor estadounidense Jeff Goldblum, conocido por clásicos como ‘The Fly’, ‘Jurassic Park’ o ‘Deep Cover’, ha confesado que su participación en la primera adaptación cinematográfica de ‘Wicked’ ha tenido un impacto inesperado y profundo en su vida personal. En una entrevista reciente en el programa británico ‘This Morning’, Goldblum reveló que la experiencia de interpretar al Mago de Oz lo llevó a replantearse su relación con la alimentación y a abandonar el consumo de carne y aves.

«Trabajar con Jon Chu es increíble. Me ha cambiado. Después de hacer esta película dejé de comer carne y aves», explicó el actor, quien incluso bromeó con que en las próximas celebraciones navideñas podría optar por algo diferente en lugar de los tradicionales platos de carne.

Goldblum añadió: «Necesitamos que el mundo funcione para todos en la Tierra y para cada criatura también». Una afirmación que contrasta con la personalidad de su personaje en la película, el Mago de Oz, retratado como un tirano despiadado.

El trasfondo de ‘Wicked’ que ha marcado a Goldblum

La historia de ‘Wicked’, basada en la novela de Gregory Maguire de 1995 y adaptada al teatro en 2003 por Winnie Holzman y Stephen Schwartz, ofrece una visión alternativa del universo de Oz. En esta versión, el Mago y Madame Morrible (interpretada en la película por Michelle Yeoh) conspiran para arrebatar a los animales del reino su capacidad de hablar, condenándolos a un estado de indefensión.

Elphaba Thropp, la protagonista encarnada por Cynthia Erivo, descubre esta injusticia y se convierte en la voz de resistencia contra el régimen del Mago. «Algo malo está ocurriendo en Oz», canta en uno de los números más oscuros del primer acto. Goldblum parece haber interiorizado este mensaje, reconociendo que la obra lo llevó a reflexionar sobre el respeto hacia los animales y la necesidad de un mundo más justo.

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El actor también compartió una curiosa teoría sobre la relación entre su personaje y el de Michelle Yeoh. En declaraciones a Entertainment Weekly, Goldblum sugirió que el Mago y Morrible podrían haber tenido una conexión más profunda en el pasado, vinculada precisamente a los problemas relacionados con los animales. «Nos conocimos hace tiempo», explicó. «La pregunta es, ¿cuándo aparecí yo? ¿Hace cuántos años, durante esta sequía que tenía algo que ver con los animales? ¿Y qué pasó entre nosotros con ese asunto, y qué tan cercanos fuimos?». Aunque no dio más detalles, insinuó que en la secuela ‘Wicked: For Good’ se explorará cómo esa relación se deteriora con el tiempo: «Puede que hayan estado muy unidos, pero ahora los vemos separándose».

La confesión de Goldblum sobre su cambio de hábitos alimenticios pone de relieve cómo el arte puede influir en la vida personal de los intérpretes. En este caso, el mensaje de ‘Wicked’ sobre la crueldad hacia los animales y la necesidad de empatía parece haber calado hondo en el actor, que decidió dar un paso hacia un estilo de vida más consciente. 

A sus 73 años, Jeff Goldblum demuestra que los papeles que interpreta siguen teniendo un efecto transformador en su vida. Con Wicked y su próxima secuela, Goldblum no solo ofrece una interpretación memorable del Mago de Oz, sino también un ejemplo de cómo el cine puede inspirar cambios reales en la vida de quienes lo hacen y lo disfrutan.