Por Christina Thykjaer
Publicado 21/11/2025 – 11:24 CET
•Ultima actualización
11:39
Javier Aureliano García Molina ha renunciado este viernes a la presidencia de la Diputación de Almería apenas unos días después de ser detenido por presunta malversación. El pasado 18 de noviembre, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvieron a García Molina, así como al vicepresidente de la institución, Fernando Giménez, y al alcalde de la localidad de Fines, también gobernada por el Partido Popular.
Según un comunicado emitido por la Diputación, su renuncia ha sido una decisión voluntaria para poder centrarse en su defensa. «La decisión de la renuncia la toma el que ha sido presidente de la institución en los últimos seis años desde el convencimiento de su inocencia y la libertad de que este paso al frente facilitará la vuelta a la normalidad de la actividad institucional, así como del desarrollo que la provincia ha experimentado en estos años».
Antes de su renuncia, García Molina ya había dejado su acta como concejal en el Ayuntamiento de Almería y como diputado provincial. Fernando Giménez también ha presentado de forma oficial su renuncia como diputado provincial.
Un caso que sigue bajo investigación
La investigación, que ya suma al menos nueve imputados adicionales, entre ellos empresarios y antiguos cargos provinciales, ha pasado de centrarse en un contrato de mascarillas adjudicado en 2020 a convertirse en una operación de mayor envergadura.
El auto judicial apunta a indicios de posibles delitos de cohecho, malversación y blanqueo de capitales, y autoriza registros en la Diputación, el Ayuntamiento de Fines, varios domicilios y distintas sedes empresariales. Además, el juez ha ordenado el bloqueo de cuentas y la imposición de restricciones sobre diversos bienes para impedir movimientos patrimoniales.